El sector turístico se encuentra en las vísperas de la Semana Santa, una de las temporadas altas para los hoteleros, restaurantes, y para el reto de establecimientos que se alimentan del movimiento que hacen los españoles (y extranjeros) en todos los puntos del país. Pese a que la Semana Santa siempre ha sido uno de lapsos de crecimiento para el sector turístico, la de 2023 se antoja de récord para los hoteleros, que se hacen cuentas de una temporada histórica, incluso mejor a la anterior a la covid, con unas cifras de ocupación y de precios mucho más elevadas que la Semana Santa de 2019.

En general, en estas primeras vacaciones del año se registrarán ocupaciones superiores al 70%, aunque varias compañías están pendientes de añadir las reservas de última hora. Una de las grandes diferencias con respecto a antes del covid es que los españoles ya no apuran tanto para hacer sus reservas. Tal y como apuntan desde Agencia Efe, la Semana Santa de este ejercicio es el preludio de un verano que, de cara al sector turístico, también será mucho mejor que el anterior al estallido de la pandemia. Todo ello en un momento en el que la economía sigue sin ser boyante, con la presión inflacionaria haciendo mella en los bolsillos de los consumidores y con una incertidumbre que azota a los hogares españoles.

Los precios hoteleros vienen creciendo en los últimos 21 meses

Pese a ello, los hoteleros prevén una Semana Santa exitosa desde el apartado de la ocupación y, sobre todo, de los precios. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los precios de los hoteles vienen creciendo gradualmente en los últimos 21 meses, prácticamente todos a doble dígito. Es decir, los precios hoteleros vienen creciendo casi dos años de forma consecutiva, una estadística que se hará más grande en el próximo abril, ya que se prevé que estos sigan creciendo, tal y como afirman la mayoría de las cadenas que operan en España.

Por ejemplo, Meliá tiene unas perspectivas “muy positivas” son un aumento de la facturación del 22% sobre la Semana Santa de 2019. Uno de los factores que señalan y que justifica el mayor crecimiento con respecto a la de hace cuatro años es que la Semana Santa de 2023 ha caído en abril, un mes que funciona mejor que si es más tarde, cómo ocurrió tanto en 2019 como en 2022.

La Semana Santa es una de las épocas más pujantes para el negocio hotelero. Además de fomentar en turismo en la península, es una atracción turística de cara a los extranjeros, los cuales vienen a España a pasar unos días, generalmente en las zonas costeras. Así, tal y como señala la Agencia Efe, las perspectivas también son positivas para los hoteles urbanos, con estancias más largas y con evoluciones por encima del resto de ciudades en Sevilla, uno de los puntos neurálgicos del país en esta festividad, y en Barcelona. Ambas urbes están recibiendo turismo internacional, el cual fue el gran ausente en 2022. En la misma línea, otras zonas que ya registran una evolución creciente son Valencia y Palma.

Riu o Barceló registran un 10% más de reservas con respecto a 2022

La cadena hotelera Riu señala que sus reservas actuales son un 10% superiores a las que tenía hace un año. La compañía señala que la tendencia de la demanda es positiva en todos los mercados internacionales, que reservan con más antelación que los nacionales. Pese a ello, Riu explica que este segmento también está respondiendo bien en destinos como Jerez, Palma de Mallorca, Gran Canaria o Tenerife.

En una línea similar se encuentra Barceló, que también apunta a que sus reservas son un 10% superiores a las que manejaba en el anterior ejercicio. En su caso, apunta a unas previsiones muy positivas por la mejora de la venta anticipada, sobre todo en las zonas insulares, y en otras comunidades, cómo Andalucía o la Comunidad Valenciana. En estos casos, desde Barceló señalan que estas áreas están más expuestas a las previsiones meteorológicas y a las ventas del último minuto.

El Grupo Hotusa o Marriot son otras dos firmas del sector que, como las anteriores, también ven una dinámica positiva para esta Semana Santa, atisbando una demanda creciente y unas mayores ventas. Entre los destinos que más atractivo vienen generado para estas compañías destacan Sevilla, Mallorca o Córdoba, aunque, en Hotusa, también están viendo una mejora en el turismo internacional, ya que los consumidores están demandando destinos como París, Lisboa o Roma, entre otros.

Unos precios mayores para paliar los elevados costes

En lo referido a los precios, todas las compañías afirman que estos son superiores a los de los anteriores ejercicios y que están dados a compensar los elevados costes que estas empresas deben asumir. Por ejemplo, desde Meliá indican que mejoran “considerablemente” las tarifas medias históricas, sobre todo en Lanzarote o Tenerife. Por su parte, Riu señala que las tarifas han crecido, pero que la fortaleza de la demanda hace que no tengan que recurrir a lanzar ofertas.

En Barceló, la tarifa media diaria (ADR por sus siglas en inglés) crecen a un ritmo del 12%, lo que se ha plasmado a los ingresos de la compañía, los cuales crecen un 50%, con un fuerte incremento en Canarias y Mallorca.

El turismo y, sobre todo, la demanda hotelera, llega en un momento en el que el mercado sigue interesado en viajar y moverse en las épocas vacacionales. Pese a que la coyuntura económica sigue siendo compleja, parece que los turistas aún siguen teniendo esa espina de la pandemia, cuando fue imposible viajar en la que es una de las épocas favoritas entre los españoles para visitar y conocer nuevos lugares.