Los hoteles de Barcelona cerraron en el 2022 con un precio medio por habitación de 152 euros, el nivel más alto de la historia del sector en la ciudad. Este coste, que está incluso por encima de los precios que se pagaron en el 2019, cuando una habitación costaba unos 140 euros. La causa principal de este incremento de 12 euros por estancia diaria (un 8,7% en dos años) hace falta buscarla básicamente en el aumento de los costes energéticos y de materias primas que ha soportado el sector y "está en línea con lo que ha sucedido al conjunto de la planta hotelera de Europa", ha concretado el presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona, Jordi Clos. "Es una compensación por la desviación que han tenido nuestros costes fijos", ha lamentado, por lo tanto, será seguramente un nivel que se mantendrá este año.

La actividad hotelera sigue la recuperación iniciada en el segundo trimestre de 2022 -después de dos ejercicios anteriores sin demanda en razón de las restricciones de la Covid-19- y que lo ha llevado a cerrar "un año mucho más positivo de lo que se esperaba inicialmente". El balance del 2022 sitúa la ocupación de la planta hotelera de la ciudad del 75,2%, 6,8 puntos porcentuales menos que el 2019, todos los establecimientos operativos porque se ha ido abriendo gradualmente, en paralelo a la recuperación de la demanda y, principalmente, a remolque de la recuperación de la actividad ferial y de negocios de la ciudad, "una pieza esencial" por completar al turista que viene de vacaciones.

El año pasado fue "muy especial y complejo, con una situación y experiencias muy nuevas e insólitas y espero que no repetibles", ha dicho Clos, que ha recordado que en los tres primeros meses del año el sector estaba en una situación de "penuria" y con una ocupación "ridícula" para, a partir de abril, registrar un "despegue" como no ha tenido ninguna otra ciudad europea.

Teniendo en cuenta que los meses de enero registran siempre una baja actividad hotelera, el presidente del Gremi se muestra "relativamente satisfecho" de cómo han empezado el año. En enero del 23 la ocupación medio ha sido del 59,5%, seis puntos porcentuales por debajo del 66% de enero de 2019. Sin embargo, la celebración de la feria mundial del audiovisual ISE Integrated Systems Europe ha hecho crecer el número de reservas en un 70% y ahora el sector ya se prepara para el Mobile World Congress (MWC) de finales de febrero. "Para ir bien, haría falta que cada mes hubiera un acontecimiento importante en Barcelona", una ciudad "muy vital, porque lo que aportan estos tipos de certámenes -sean feriales o de negocios- es demanda hotelera, pero también "un turismo de calidad que es lo que necesita la ciudad para diferenciarse del resto. Hace 15 años -ha dicho Jordi Clos- Barcelona estaba prácticamente sola ante una escasa oferta hotelera en España, pero ahora hay mucha competencia y tenemos que hacer más esfuerzos de gestión y económicos para ser competitivos".

El Gremi pide transparencia a Colau

En este sentido, una vez más, el presidente ha hablado de la tasa turística que se aplica a Catalunya y Barcelona, "la única ciudad española donde está vigente". Eso quiere decir que con el incremento de precios por habitación que está en línea con el que se ha hacer, por ejemplo, en Madrid, "los hoteleros barceloneses tenemos que restar el pago de la tasa turística".

Es por eso que Clos insiste en el hecho que el Ayuntamiento de Barcelona -que recauda una parte de la tasa- sea más "transparente" y dé conocer a qué gastos concretos se destinan los recursos recaudados por|para el recargo municipal sobre el impuesto sobre estancias en establecimientos turísticos (IEET). "Recientemente y afortunadamente hemos tenido conocimiento, por ejemplo, que el año pasado se han destinado recursos a la feria ISE y al campeonato internacional de saltos que organiza el Club de Polo, y que también se destinarán a la Copa América de Vela", y todo eso "es bienvenido por parte de los hoteleros que vemos cómo nuestro esfuerzo también contribuye a la mejora de la imagen de la ciudad y redunda en nuestro sector que, no nos olvidamos, aporta el 13% del PIB de Barcelona", va dicho Clos.

El recargo municipal es la parte del impuesto turístico de la Generalitat que se devuelve a los ayuntamientos, que será de 3,25 euros por noche y por turista en Barcelona a partir de abril, mientras que en el resto de Catalunya el total depende de la categoría del hotel, y se mueve entre 0,75 y 2,50 euros por noche y turista.

El Presupuesto Municipal de Barcelona para el 2023 prevé recaudar 52 millones de euros con el recargo, y recibir 20 millones más de la Generalitat -que volverá a Barcelona, aproximadamente un 62% del total recaudado en Catalunya, que será de unos 100 millones. El año 2022, la capital catalana recibió unos 30 millones de euros provenientes del recargo.