La actividad de los cruceros supuso una facturación de 1.200 millones en 2024 en Catalunya, de los cuales 700 millones contribuyeron al PIB, y generó 9.500 puestos de trabajo, según un estudio elaborado por la Universidad de Barcelona con la colaboración del Port de Barcelona y de la Cruise Lines International Association. 

El 70% de esta actividad, es decir 855 millones, se concentra en el Puerto de Barcelona, que acogió a 2,8 millones de cruceristas, de los cuales el 78%, 2,2 millones, visitó la ciudad. El mismo porcentaje de trabajadores, 6.693 personas, se concentran en la capital catalana.

El 56% de la facturación y el 41% de los puestos de trabajo creados por el sector, según el estudio, son en trabajos no vinculados al sector turístico. 

El impacto supone una aportación de 3,4 millones al día y de 426 euros de facturación por persona, más de la mitad, 249, de contribución directa al PIB por cada crucerista. 

De los 707 millones de euros de aportación al PIB, 311 son de rentas salariales. Las instituciones recibieron 260,9 millones asociados a impuestos de la actividad, 154,2 al estado, 94,8 a la Generalitat y 11,9 millones para el Ayuntamiento. Los cruceristas, han defendido los autores del informe, aportan el 9,1% de los impuestos de los turistas en Barcelona, aunque representan solo un 4,5% del total de la ciudad. 

El catedrático de economía aplicada de la Universitat de Barcelona, Jordi Suriñach, ha detallado que los cruceristas son “los únicos excursionistas que tributan bajen o no bajen a la ciudad”. Es decir, el 10% de tránsito que no visita la ciudad -y que son unas 600.000 personas- también tienen que pagar el impuesto de establecimientos turísticos y el recargo municipal.

Alfredo Serrano, director de la Asociación de Líneas Internacionales de Cruceros (CLIA) en España, ha destacado que los cruceros representan un porcentaje significativo de personas que llenan las rutas que van al aeropuerto de El Prat durante el año y que contribuyen a una actividad que tiene menos estacionalidad que la típica del sector turístico. Al mismo tiempo, ha defendido que los cruceros representan el 1% de la flota mundial pero “es con diferencia” el sector “más avanzado” en tecnologías para el respeto ambiental y con la descarbonización, informa la Agencia Catalana de Noticias (ACN).

La responsable de cruceros del Port de Barcelona, Mar Pérez, también ha destacado el carácter transversal del impacto de los cruceros y ha asegurado que esta actividad “puede crear sinergias” más allá de la actividad turística.

El informe se basa en una metodología conocida como input-output que permite valorar el impacto directo e indirecto a partir del gasto de los cruceristas y la tripulación, los de las compañías navieras, el impacto generado a partir de la demanda de bienes y servicios de las empresas beneficiarias y también el consumo que hacen aquellos que trabajan de manera directa e indirecta en los sectores con ocupaciones generadas por la actividad. 

Los cruceristas españoles gastan 132 millones de euros por noche en Barcelona, mientras que los europeos se dejan 180 euros y los norteamericanos gastan 307 euros.