El Bundesbank, el banco central de Alemania, ha revisado a la baja sus perspectivas económicas para la mayor economía europea tanto en 2025 como en 2026 a consecuencia del retraso esperado en la recuperación a causa de las políticas arancelarias y la incertidumbre comercial, aunque ha revisado al alza su pronóstico de crecimiento para 2027 ante la expectativa de impulso por el aumento del gasto público en defensa e infraestructuras.
De este modo, la entidad ahora anticipa que la economía alemana registrará un estancamiento de la actividad en 2025, después de la contracción del 0,2% del PIB en 2024 y del 0,3% en 2023, cuando el pasado mes de diciembre preveía una expansión de dos décimas y hace un año confiaba en un crecimiento del 1,1%.
El banco central de Alemania pronostica también que la economía alemana crecerá un 0,7% en 2026, frente al 0,8% de los pronósticos de diciembre. Y un 1,2% en 2027, frente al 0,9% de los pronósticos de diciembre. De este modo, el Bundesbank revisa a la baja sus pronósticos de crecimiento de Alemania para este año y el próximo y al alza los de 2027.
La recuperación de la economía alemana se está retrasando debido a la incertidumbre en torno a la política comercial internacional, ha comentado el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, al presentar las nuevas proyecciones macroeconómicas de la entidad, advirtiendo de que las medidas fiscales sólo impulsarán la actividad económica gradualmente.
De este modo, la economía alemana seguirá estancada este año, frenada por los nuevos aranceles estadounidenses y la incertidumbre sobre la futura política de Washington, lo que está afectando a la industria del país justo cuando comenzaba a estabilizarse tras un largo período de debilidad. Sin embargo, para el Bundesbank es probable que el fuerte aumento del gasto público en defensa e infraestructura provoque un marcado aumento de la demanda y un incremento del producto interior bruto (PIB) a partir de 2026.
Por otro lado, según las nuevas previsiones, las presiones inflacionarias en Alemania continúan disminuyendo y esto llevará a la tasa de inflación armonizada a moderarse al 2,2% en promedio para 2025 y hasta el 1,5% en 2026, antes de repuntar hasta el 1,9% en 2027, mientras que la tasa subyacente caerá al 2,6% este año y al 1,9% en 2026, para estabilizarse en torno al 2% para 2027.
En este sentido, Nagel atribuyó el descenso esperado en las presiones inflacionistas a la disminución de la presión sobre los costes laborales y la demanda, así como al efecto retardado de la estricta política monetaria del Eurosistema hasta 2024.
Asimismo, si bien es probable que el ratio de déficit público siga disminuyendo este año, aumentará considerablemente hasta poco más del 4% para 2027, debido en gran medida al paquete fiscal, que incluye no sólo un mayor gasto en defensa e infraestructura pública, sino también recortes de impuestos, mayores subsidios y transferencias a empresas y hogares.
En cuanto al ratio de deuda según Maastricht, aumentará hasta alrededor del 66% para 2027, después de haber alcanzado a finales de 2024 el 62,5% del PIB, aunque el presidente del Bundesbank consideró que las finanzas públicas alemanas pueden afrontar un aumento temporal de los ratios de déficit y deuda.