Las estrategias de trabajo de la región del Quebec (Canadá) son otra vez para Catalunya un ejemplo en que reflejarse: hace más de una década que trabajan para desarrollar y promover su industria financiera y convertirla en un referente internacional. Un propósito que el Govern también persigue para Catalunya, para convertir el país en una plaza financiera internacional, que compita con otros hubs financieros como el mismo Montréal, París, Luxemburgo, Frankfurt o Edimburgo. Para alcanzar este posicionamiento, Catalunya se afronta a un sector de servicios financieros excesivamente bancarizado -fruto del proceso de concentración de las entidades financieras-, con una gran concentración del riesgo, junto con el peso destacado del negocio asegurador. Para afrontar el reto, el Govern ha radiografiado el sector y sus debilidades y oportunidades y definirá un plan de acción público-privado.

El sector de los servicios financieros se tiene que convertir, según las intenciones de la administración, "en una industria más" de la economía catalana por la generación de riqueza, empleo, talento, internacionalización... para aumentar su competitividad más allá de los grandes bancos y aseguradoras que representan 218 de las 628 empresas dedicadas a esta actividad, con datos de 2022, y a las que corresponden 40.000 millones de euros de los poco más de 46.000 millones que facturó el sector aquel año. El resto, unas 400 empresas, facturan unos 6.000 millones y dan trabajo a unas 23.000 personas. Son firmas de capital riesgo (venture capital y private equity), industria auxiliar (ciberseguridad, consultoría, auditoría), servicios financieros para el consumidor, intermediación de mercados de capital y de divisas o banca privada, entre otros.

El mapa del sector, elaborado por la empresa Cluster Developement, destaca también la presencia creciente de las empresas emergentes dedicadas a soluciones digitales para financieros (fintech) y seguros (insurtech), el número de las cuales ha crecido un 180% en los últimos seis años, pasando de 50 a 140.

Siguiendo el ejemplo del programa Finance Montréal, la colaboración público-privada sigue siendo una asignatura pendiente en Catalunya. Las políticas canadienses fomentan el cofinanciamiento al 50%, la innovación tecnológica, las finanzas sostenibles, la generación y retención de talento y, por lo tanto, la formación. Los retos que Catalunya tiene por delante. En este sentido, la consellera de Economia, Natàlia Mas, ha defendido la colaboración público-privada como herramienta para afrontar los "grandes retos de futuro", entre los cuales ha mencionado el cambio climático, la inclusión financiera y la configuración de un modelo energético; aspectos a que se ha referido para convertir en oportunidades, durante la presentación del informe este miércoles en la sede histórica de la Bolsa de Barcelona, que justamente la Generalitat quiere convertir en un hub financiero.

El diseño y comercialización de productos financieros sostenibles es otra de las áreas donde crecer y una oportunidad para diferenciarse. "Es un vector importante para el crecimiento, entendido en su sentido más amplio, es decir, no limitarse al medio ambiente, sino incorporar también la sostenibilidad social y de la gobernanza", ha explicado el socio director de Cluster Development, Lluís Ramis.