Aunque el acuerdo sobre la futura financiación de Catalunya alcanzado en la Comisión Bilateral Generalitat-Estado este mes de julio es un documento con poca concreción -documento con los principios básicos para un cambio de modelo- se han avanzado algunas modificaciones fiscales de próxima aplicación. Así, en la próxima declaración de la Renta -que se realizará en la primavera del próximo año- correspondiente a los ingresos generado en este año, ya se podrá elegir si se presenta en la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) en la Agència Tributària de Catalunya (ATC).
El pacto alcanzado sienta las bases para dotar de más competencias a la actual Agencia tributaria catalana, con el fin de que “gestione los impuestos de forma progresiva, como vía para profundizar en su autogobierno en materia de autonomía fiscal y financiera”. A tal fin, la Generalitat y el Gobierno de España se “comprometen a trabajar para hacer efectivo el despliegue de la hacienda catalana, impulsando los cambios legislativos pertinentes para que la Agència Tributària de Catalunya (ATC) asuma progresivamente competencias en la gestión del IRPF y a la que, en el futuro, se pueda acordar respecto de otros tributos”.
Clave digital idCaT
El primer paso se dará con el principal de los impuestos estatales, el de la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Con tal objetivo, las dos administraciones “acuerdan intensificar la participación de la ATC en la campaña de renta de 2025 y se comprometen a analizar la cobertura convencional o legal para que se puedan presentar las declaraciones del IRPF en la ATC, para que esta presentación se pueda hacer utilizando la clave digital establecida por la Generalitat (idCAT) y para que se pueda avanzar progresivamente en la asunción de competencias gestoras por parte de la agencia catalana, concurrentes con las de la Agencia Estatal de Administración Tributaria.
Una vez modificado el marco legal, a lo largo del próximo año la ATC podrá comprobar la correcta aplicación en las declaraciones del IRPF de la normativa autonómica, en particular las deducciones aprobadas por el Parlament.
Impuesto matriculación
También habrá cambios cercanos en un segundo impuesto. La Comisión Bilateral también ha acordado el despliegue del convenio relativo al modelo de gestión del Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte (IEDMT), más conocido como el Impuesto de matriculación que permitirá -al igual que con el IRPF- que las declaraciones del impuesto se puedan presentar indistintamente ante las dos administraciones, con la posibilidad de utilizar la idCAT.
El pasado 2024, la Generalitat recaudó 112 millones de euros con el impuesto de matriculación y en el primer semestre de este año, 51 millones. Se trata de una figura impositiva que grava la compra de un coche según las emisiones de CO₂ que emite, por lo que, dado que se van reduciendo por exigencias de Bruselas, su recaudación tiende a disminuir, si no se produce un cambio normativo.
Finalmente, se avanzará en un acuerdo para materializar la asunción parcial por parte del Estado de la deuda de Catalunya con el Fondo de Financiación de las comunidades autónomas, una vez entre en vigor la ley que apruebe la medida.
Medios humanos y materiales
Pero asumir más competencias requiere, además de un cambio normativo, una mayor dotación tanto material como humana de la Hacienda catalana. Con este cometido, la Conselleria de Economía y Hacienda de la Generalitat ha anunciado este martes que el Govern y ERC han alcanzado un consenso para modificar el marco legal de la Agència Tributària de Catalunya (ATC) que se aprobará en septiembre. Además, se fijará un contrato programa como modelo de gestión de la Agencia que facilitará la incorporación y formación de nuevos grupos profesionales tributarios, diseñados para responder “a las necesidades reales de la agencia”, según la Conselleria.
Así, el contrato programa determinará las directrices estratégicas, metas, métricas de seguimiento, los fondos asignados y las tareas a realizar por la ATC. Y se instituirán dos nuevos cuerpos tributarios: el Cuerpo de Agentes Tributarios y el Cuerpo Superior de Informática Tributaria.
La nueva normativa, que verá la luz tras las vacaciones estivales, otorgará completa autonomía a la ATC en términos de personal y para negociaciones colectivas, además de autoridad en la configuración de su estructura organizativa.