¿Te han regalado -o has regalado tú- estas Navidades una botella de whisky del bueno. Pues, atento, porque quizá hayas regalado algo más valioso de lo que parece ya que el whisky lleva meses centrando el interés de los inversores. No todo el whisky, por supuesto, pero sí determinadas botellas de marcas muy especiales y añadas u orígenes singulares están alcanzando precios elevadísimos que, además se revalorizan a velocidades inauditas desde que otros activos refugio como, por ejemplo, las criptomonedas, han dejado de ser un activo confiable.

 

Valor Refugio

Como los coches deportivos, las propiedades inmobiliarias, las obras de arte, el vino, los coches deportivos, las joyas, las monedas singulares , los relojes o los diamantes, el whisky tiene una ventaja importantísima sobre los intangibles: se puede tocar y ver. También, por supuesto, se puede beber, pero esta noble práctica no es compatible con su utilización a modo de valor refugio tocar. Además, mantiene siempre un valor residual que ningún vaivén del mercado puede arrebatar y, por eso, invertir en él te garantiza que jamás te quedarás si nada en las manos. Los whiskys más valorados son, por supuesto, son los escoceses, pero también se paga muchísimo dinero por licores japoneses e, incluso, españoles. El McCallan Fine Rare Collection de 1926 hizo, por ejemplo, que un inversor pagase 1,7 millones de euros por una botella. Otro whisky de esta destilería, embotellado además en una exclusiva botella fabricada por la vidriera francesa Lalique con motivo del 150 aniversario de su fundador, animó a un inversor a pagar 430.000 euros en 2010. Si hablamos de whiskys japoneses, un Yamazaki 50 años se vendió en 2018 por 300.000 euros. De hecho, hasta el whisky español se valora: una botella muy especial de nuestro nunca bien ponderado segoviano DYC alcanzó un precio de 10500 euros este mes de octubre.

Muchos más casos

Y es que hoy, en cualquier licorería de nuestro país, es posible encontrar ya botellas con precios superiores a los 1.000 euros, lo que evidencia que algo está sucediendo con este singular licor. En subastas especializadas se han llegado a pagar 21.000 euros por un Glenavon anterior a 1850, 46.000 por un Dalmore Oculus elaborado con maltas maduradas desde 1868 y 65.000 por un McCallan de la loca década de los años 20. Y hay muchos más casos. Quienees más invierten en whisky son, además, los verdaderos millonarios de hoy en día, que viven en Asia y Oriente Medio. A ellos, las criptomonedas les interesan lo justo, diga lo que diga Teodoro García Egea.