Sin la India y China, los esfuerzos que se hacen en Europa y Estados Unidos para completar su revolución verde darán igual. Y es así porque, con 1428 millones de chinos al acabar 2023 poblando la fábrica global y con 1425 millones de indios viviendo en la antigua colonia británica, importa ciertamente poco lo que puedan hacer Europa (448 millones de habitantes) y Estados Unidos (340). Por población y desarrollo industrial, los dos gigantes asiáticos que son, además, fábricas globales, son agentes sistémicos. En la India, el gobierno cuenta con triplicar su capacidad de producción de energía renovable en 2030, pero para lograrlo necesitan dinero. Y no es poco.

un carrer de l'índia / EFE
 

Precisan de 400.000 millones

De entrada, la India precisa de 293.000 millones de dólares para financiar los proyectos que tiene en marcha y alcanzar los objetivos fijados para 2030, pero si el objetivo es alcanzar las cero emisiones en 2050, hará falta más dinero. En concreto, otros 100.000 millones. Lo explican desde Ember, uno de los más importantes think thank energéticos del mundo El gobierno indio contempla producir en 2030 un 32% de su electricidad con sistemas fotovoltaicos y un 12% con parques eólicos. Así, de aquí a 2030 deberán de instalar 115 GW más de energía solar y 9 GW adicionales de parques eólicos.

¿Qué tienen ahora?

A fecha de hoy, en la India disponen de 113 GW de potencia eólica instalada y de 333 GW de potencia fotovoltaica. El principal problema que aborda el país asiático es el de la inversión, porque las necesidades superan la capacidad local, que se sitúa hoy en 75.000 millones. ¿Hay solución? Sí, que Occidente invierta allí. Si no, la revolución verde será incompleta. Sobre China, tanto da: ellos tienen otros planes que incluyen, por supuesto, seguir quemando carbón y vendernos los coches eléctricos que fabrican sin limitar allí las ventas de vehículos convencionales.