El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha abandonado este domingo el Palacio Real de Madrid cuando Felipe VI aún no había terminado su besamanos con los cientos de invitados en la habitual recepción con motivo de la fiesta española del 12 de octubre. Esto ha provocado que no haya tenido su tradicional conversación informal con periodistas, en la que siempre se tratan temas de actualidad y aparecen titulares de interés informativo. Según justifican fuentes de la Moncloa, el socialista ha estado esperando durante aproximadamente una hora para entrar dentro de la misma sala donde también está la prensa, pero los servicios de la Casa Real le pedían que esperara. El presidente español ha acabado hartándose y ha abandonado el Palacio Real. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, tampoco ha conversado con los periodistas. Al día siguiente, el lunes, viaja a Egipto para asistir a la firma del acuerdo de paz en Gaza, pero su vuelo no saldrá hasta las siete u ocho de la mañana.

Más tarde, Alberto Núñez Feijóo bromeaba en conversación informal con los periodistas sobre la ausencia del presidente español. Sobre la otra ausencia destacada del día —la del líder de Vox, Santiago Abascal— el líder del PP ha lamentado que los líderes de los partidos españoles sí deberían hacer acto de presencia. “Los que no vienen aquí son los independentistas”, ha recordado. En su retahíla de ataques a Sánchez, ha destacado que el presidente español no ha publicado ningún mensaje para felicitar a la opositora venezolana María Corina Machado por haber ganado el Premio Nobel de la Paz. A pesar de sus diferencias con el máximo líder socialista, el jefe de la oposición ha respondido a la amenaza de Donald Trump de tener que expulsar a España de la OTAN señalando que “es un socio fiable”. Sin embargo, ha calificado de “ridículo” para la imagen exterior del Estado que se haya aprobado en el Congreso de los Diputados un decreto para embargar armas a Israel justo cuando se está firmando la paz en Gaza. 

Sánchez, nuevamente abucheado en el desfile militar

Este domingo ha vuelto a repetirse los habituales pitidos y abucheos a Sánchez por parte de los miles de asistentes al desfile militar, que ha tenido lugar por la mañana. El presidente del Gobierno ha llegado al Paseo del Prado —la avenida que se convierte en Paseo de los Recoletos a partir del monumento a la diosa Cibeles y en Castellana a partir de la plaza que honra a Cristóbal Colón— un minuto antes de que lo hiciera el rey Felipe VI vestido de armada. Porque los manifestantes han aplaudido y celebrado la presencia del jefe del Estado español cuando ha llegado a la madrileña plaza de Cánovas del Castillo, conocida popularmente como la plaza Neptuno.

No ha sido el único elemento que ha demostrado la actual crispación de la política española. El comandante de Vox, Santiago Abascal, ha rechazado su invitación oficial al desfile como portavoz en el Congreso de la formación de extrema derecha porque “no se puede ni se debe fingir normalidad institucional con un ejecutivo corrupto e ilegítimo”. En cambio, sí que ha asistido como público. Se ha dado un baño de masas con los asistentes al acto.

Segundo 12-O de Illa como president de la Generalitat

Por su parte, Illa ha celebrado este domingo en Madrid su segunda fiesta española del 12 de octubre como president de la Generalitat. Durante el tiempo que las autoridades han esperado la llegada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey Felipe VI, han destacado las interacciones que el jefe del ejecutivo catalán ha mantenido —entre otros— con el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido y la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

El presidente del tribunal de garantías ha sido una de las personas con quien más ha conversado el socialista catalán. Y lo ha hecho, a diferencia de las otras interacciones que ha tenido, tapándose los labios y otorgando categoría de máxima confidencialidad a sus palabras, ahora que la amnistía al president en el exilio Carles Puigdemont y otros líderes del procés independentista se encuentra en el tejado del TC. Ha sido interesante también el abrazo en el que se han fundido Illa y Montero cuando se han visto, ahora que la vicepresidenta española es también candidata del PSOE en las próximas elecciones andaluzas y ha decidido desacatar el pacto con Esquerra Republicana para un sistema de financiación singular para Cataluña.