Se acerca el verano, y quien más quien menos pretende adelgazar. La leche, cuando llegan estas épocas del año, se convierte en protagonista de conversaciones. Algunos deciden tomarla desnatada, otros, semidesnatada y alguno aprovecha también para decir que beber leche y ser adulto es antinatural. ¿Quién acierta?

Leche Desnatada
 

La leche entera sacia más

La diferencia entre leche desnatada, entera y semidesnatada es su contenido en grasa. En la entera, hay un 3,5%, en la desnatada, un 0,5% y en la semidesnatada, nunca más de un 1,8%.  La entera, sin embargo, tiene una ventaja: llena más por sus propiedades saciantes y aporta más minerales y vitaminas que la leche desnatada. Si tomas leche entera, seguramente con un vaso tengas suficiente pero, si eliges desnatada, muy probablemente no suceda eso. Al final, acabarás tomando más y habiendo ingerido la misma cantidad de calorías. La leche semidesnatada es una opción siempre y cuando sufras obesidad o hipercolesterolemia. Si tu salud cardiovascular es buena, escoge entera, porque te beneficiarás de más nutrientes. La leche desnatada pierde parte de sus propiedades al retirársele la mayor parte de la grasa que contiene.

¿De verdad es antinatural tomar leche?

Tomar leche, si te gusta, es tan natural como comer caracoles si te agradan o despacharte unos huevos fritos con chorizo si disfrutas con ello. El argumento de que el ser humano es el único mamífero que toma leche de adulto que esgrimen determinados colectivos para oponerse a su consumo tiene bastante de falaz. Los gatos adultos, por ejemplo, toman leche con gusto si se les sirven -otra cosa es que la necesiten, porque no es imprescindible para ellos- y en Europa el consumo de leche es casi una cuestión cultural en territorios como Suiza, Galicia o Asturias. En Asia, por ejemplo, la leche no forma parte de la dieta habitual. ¿Beneficia en algo? Sí, porque en los territorios en los que se consume el porcentaje de población con déficit de lactasa es mejor. La actasa es la enzima que nos ayuda a procesar la lactosa de la leche. En resumen: si te gusta beber leche, adelante, porque no tiene nada de malo