Estados Unidos, al igual que otros países en el mundo, ofrece incentivos fiscales para comprar coches eléctricos con el objetivo de promover su adopción, ya que los convencionales de gasolina no son tan sostenibles al emitir gases contaminantes. Al momento de escribir estas líneas (principios de julio de 2025), hay un crédito fiscal federal de hasta 7.500 dólares. Pero para obtenerlo hay que cumplir algunos requisitos.

El coche eléctrico que se quiera comprar debe ser nuevo y estar ensamblado en Estados Unidos. Además, el comprador no debe superar los 150 mil dólares de ingresos anuales si es soltero, o 300 mil dólares para parejas casadas. Por otro lado, el precio límite del vehículo debe ser de 55 mil dólares para automóviles u 80 mil dólares para SUVs y camionetas.

Aunque la Cámara de Representantes del país norteamericano habría extendido la ayuda hasta finales de año, podría desaparecer a finales de septiembre; la culpa es del Partido Republicano, que se muestra en contra de los créditos fiscales para vehículos eléctricos. De conseguirlo, sería una muy mala noticia para Elon Musk, ya que su Tesla es uno de los principales fabricantes de este tipo de coches en Estados Unidos.

Estados Unidos está abandonando la energía solar y las baterías para almacenamiento de energía. Dos de los negocios más importantes de Tesla

Elon Musk, fundador de Tesla, volvió a usar su influencia en las redes sociales (su perfil oficial en la red social X cuenta con más de 220 millones de seguidores) para denunciar el proyecto de ley propuesto que eliminaría el crédito fiscal para la adquisición de un nuevo vehículo eléctrico ensamblado en Estados Unidos. En junio, el magnate sudafricano usó este mismo altavoz para criticar a Donald Trump, su antiguo amigo, aunque hubiera financiado su candidatura presidencial con cientos de millones de dólares.

Las ventas de Tesla se han desplomado en todo el mundo, especialmente en Europa. Sin embargo, Estados Unidos se ha mantenido como un bastión. ¿El motivo? Que la mayoría de los vehículos eléctricos que Tesla ofrece en Estados Unidos puede optar a la ayuda de 7.500 dólares. De aprobarse la ley, el precio de los coches de la compañía se encarecería.

No obstante, Musk asegura que su oposición al proyecto de ley no tiene nada que ver con los créditos fiscales para vehículos eléctricos. En alguna ocasión ha afirmado que estas ayudas benefician más a sus rivales que a Tesla. Pero el multimillonario cree que todo el proyecto de ley de presupuestos es un despilfarro y que se necesita un tercero, afirmando que, de hecho, “vivimos en un país de partido único: ¡el PARTIDO DEL CERDO!”

 

En sus últimas publicaciones también hay críticas sobre el abandono de la energía solar y el almacenamiento de baterías por parte de Estados Unidos, que son justamente dos de los negocios cada vez más importantes para Tesla, los cuales se verían gravemente perjudicados por el presupuesto. Al parecer, Tesla depende cada vez más de la venta de créditos de carbono a otros fabricantes de automóviles para mantener su rentabilidad.