Los métodos de construcción están evolucionando gracias a las nuevas tecnologías. En unos años, algunos de los materiales más comunes, como la madera, el acero y el ladrillo, podrían quedar en desuso a la hora de levantar una casa o edificio, ya que la impresión 3D está cambiando las reglas del juego. Es probable que hayas visto algún vídeo en las redes sociales o en el telediario: una especie de impresora a gran escala que vierte una mezcla siguiendo el trazado previsto para formar las paredes. No le lleva más de unas horas en lograr una estructura robusta de buen tamaño.

Las impresoras 3D más avanzadas pueden verter el material (una mezcla de cemento, arena, agua y aditivos para mejorar su fluidez y tiempo de secado) en áreas de hasta 300 m² o más. Sin embargo, cuanto más grande sea la estructura, mayor dificultad y reto. Por un lado, hay que tener en cuenta los costos de llevar una impresora 3D gigante al sitio de construcción, o montarla directamente en el sitio (lo que tampoco es barato). Además, cuanto más alto o ancho se imprima, más soluciones se necesitan para garantizar la resistencia.

Si bien la impresión 3D suele ser relativamente habitual para construir casas unifamiliares de hasta 200 m², incluso edificios de hasta tres pisos, en estructuras de mayor tamaño, si bien técnicamente es posible, se requieren técnicas híbridas complejas. A Qatar las dificultades parecen no importarle, ya que se ha propuesto construir la estructura impresa en 3D más grande del mundo.

Cada una de las impresoras BODXL personalizadas tiene el tamaño de un hangar de Boeing 737

UCC Holding y la Autoridad de Obras Públicas de Qatar (Ashghal) han comenzado la fase de impresión del que será el edificio impreso en 3D más grande del mundo. Para ello, empleará impresoras de gran tamaño, hechas a medida por COBOD de Dinamarca. COBOD es el líder mundial en soluciones de impresión 3D para la construcción. Se dedica a diseñar y desarrollar la mejor tecnología posible, contando con clientes por todo el mundo.

El proyecto contempla la construcción de dos escuelas públicas completas a partir de capas de hormigón en el desierto, cada una con una superficie de 20 mil metros cuadrados. El proyecto forma parte de una iniciativa más amplia que planea construir 14 escuelas con un total de 40 mil metros cuadrados.

Hasta ahora, el edificio impreso en 3D más grande del mundo es una instalación ecuestre de lujo en Wellington, Florida (Estados Unidos), que abarca poco más de 929 metros cuadrados (10 mil pies cuadrados). La estructura que planea construir Qatar será 40 veces más grande, y para ello ha encargado a COBOD dos impresoras BODXL personalizadas, cada una del tamaño de un hangar de Boeing 737.

Con unas dimensiones de 50 metros de largo, 30 metros de ancho y 15 metros de alto, las impresoras extruyen hormigón personalizado capa por capa. Durante los últimos ocho meses, un equipo dedicado a la construcción 3D compuesto por arquitectos, ingenieros, científicos de materiales y técnicos de impresión ha estado investigando, realizando más de 100 impresiones de prueba a escala real en Doha.

El diseño de las futuras escuelas busca reflejar la topografía del desierto de Qatar, con formas fluidas y orgánicas que serían difíciles y costosas de lograr utilizando los métodos de construcción convencionales. Se espera que las dos escuelas estén terminadas a finales de 2025, estableciendo un nuevo punto de referencia para la construcción mediante impresión 3D.