Según investigadores de la Universitat de Valencia (UV) las clases más populares del imperio romano no hacían banquetes funerarios. Aunque la ley lo establecía, no siempre contaban con los medios económicos para tal gasto.
Las clases populares y los banquetes funerarios
Según las investigaciones en las que en la UV han comparado datos arqueozoológicos, antropológicos y biomoleculares. Las clases más populares del imperio romano no siempre podían ofrecer los banquetes funerarios como mandaba la ley.
De hecho, encontraron datos que en muchas ocasiones si realizaban algo parecido a los banquetes funerarios, lo hacían con alimentos cotidianos y no con aquellos más exóticos y costosos.
Esta información la han logrado obtener gracias a que han reconstruido la composición de las comidas funerarias en una necrópolis de la parte occidental del Imperio romano.
Han logrado identificar que, aunque el paso al más allá fue era algo sumamente importante en la antigua Roma, no toda la población siempre tenía las posibilidades de poder cumplir con la ley.
En esta investigación han descubierto una similitud bastante alta entre los tipos de carne que consumían de manera habitual y los que ofrecían en los banquetes funerarios, sobre todo en las clases con menos recursos. Entre estos alimentos estaban principalmente carne de cerdo y ternera, de cabra y pollo.
Por lo que contrario a lo que se había pensado desde hace mucho que era las comidas funerarias eran siempre por todo lo alto, parece que en la población común no eran de esta manera.
De hecho, no encontraron en la investigación el uso de animales salvajes, exóticos o marinos, ya que estos tenían un costo mucho más elevado en la época.
Por lo que cuando lograban cumplir con la ley de los banquetes funerarios, destinaban pocos recursos económicos.
Esto los llevo a la conclusión a que el dinero es dinero sin importar las épocas, incluso en la antigua sociedad romana. De hecho, indican que claramente la prioridad en esa época era destinar los recursos para las personas vivas.
En la época romana se cumplían una serie de rituales funerarios, que constaban de ofrendas funerarias, banquetes y sacrificios de animales para obtener la protección de las divinidades y la en honor a la memoria de los difuntos.