La tecnología de la impresión 3D concentra 156 empresas catalanas (32% más que en el 2019), que generan un volumen de negocio de 560 millones de euros (aumento del 72%) y dan trabajo a 2.092 personas (un 58% más). Son las principales conclusiones del estudio La impresión 3D en Catalunya, elaborado por la Generalitat.

Impresora 3D Vulcan
 

Casi un tercio se dedica a fabricar componentes

Según el estudio, el segmento que concentra un mayor número de empresas en Catalunya es el de la fabricación de piezas (30,8% del total), seguido de las especializadas en servicios de ingeniería, consultoría y certificación (13,5%), de distribución (12,8%) y de desarrollo de materiales (10,9%). El ámbito de la impresión 3D aglutina todas aquellas compañías que ofrecen una tecnología que permite crear objetos volumétricos a partir de modelos digitales. Son productos flexibles y que tienen capacidad para ser personalizados. Es un sector que genera valor añadido al ecosistema industrial, ya sea con respecto a fabricación de piezas o en la agilización de los procesos de diseño y desarrollo de los productos. En el último quinquenio Catalunya ha estado la segunda región mundial en captación de inversión extranjera vinculada a la impresión 3D, con un volumen de inversión de 87,5 millones de euros que han supuesto la creación 423 nuevos puestos de trabajo. De hecho, el estudio señala que Barcelona es la primera ciudad de Europa con respecto a presencia de proyectos de compañías internacionales.

Investigación y desarrollo

El informe muestra que Catalunya cuenta con una densa red de centros tecnológicos y de investigación enfocados a la mejora de la impresión 3D. Un ecosistema destinado a potenciar los proyectos de desarrollo. Destacan iniciativas como la agrupación XaRFA, a una agrupación de 28 grupos de investigación que coordina la UPC; el centro IAM3DHUB; el 3D Incubator: el Digital Innovation Hub de Catalunya (DIH4CAT); o el Think In 3D de Mataró, entre otros. Además, hay unidades y centros que se dedican exclusivamente a desarrollar la tecnología 3D en el ámbito de la salud, como el 3D Printing de l'Hospital de Sant Joan de Déu, o el Instituto de Investigación e Innovación del Parque Taulí de Sabadell.

El informe apunta también que la impresión 3D se aplica en varios ámbitos de la economía, donde genera un alto valor añadido y aporta soluciones en varias direcciones. La primera de ellas es la sostenibilidad, ya que la fabricación de objetos mediante la impresión 3D se hace a partir de materiales que generan menos residuos e impacto ambiental, a menudo son reciclables y permiten alargar la vida útil del producto. Una tendencia que se adapta a las necesidades globales y a la agenda 2030 de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsada por las Naciones Unidas.