El pasado 25 de mayo, a las 7:44 de la mañana, en horario peninsular español, la cápsula Dragon de SpaceX completó su retorno a la Tierra tras separarse de la Estación Espacial Internacional. El amerizaje tuvo lugar en el océano Pacífico, frente a la costa de California, culminando con éxito la misión número 32 de reabastecimiento comercial para la NASA. Y trajo de vuelta regalos realmente curiosos.
El regreso de la cápsula Dragon
Una vez de regreso a nuestro planeta, la nave no tripulada envió de vuelta más de 3 toneladas de suministros, muestras científicas y tecnología experimental. Todo ese material ha estado sometido durante semanas al entorno de microgravedad de la Estación Espacial Internacional, el laboratorio más excepcional jamás creado por el ser humano para investigar procesos imposibles de replicar en la Tierra.
Entre los experimentos más relevantes que han regresado destaca el MISSE-20, un banco de pruebas para materiales expuestos directamente al espacio. Se han estudiado recubrimientos reflectantes, escudos térmicos cerámicos, resinas para futuras cápsulas de reentrada y hasta velas solares. Estos materiales fueron expuestos a radiación ultravioleta, partículas cargadas y temperaturas extremas. Su objetivo era entender cómo envejecen y se comportan en condiciones reales antes de su aplicación en futuras misiones.
Otro de los experimentos que han vuelto de su aventura espacial ha sido el de Astrobee-REACCH, que parece sacado de una película de ciencia ficción. Utilizando pequeños robots flotantes equipados con brazos tentaculares y almohadillas adhesivas, el experimento ha demostrado su capacidad para capturar y mover objetos en órbita. Una tecnología prometedora para tareas como la reubicación de satélites, su reparación en órbita o incluso la limpieza de basura espacial.
Pero no solo había tecnología en el interior de la cápsula Dragon. También han regresado libros. Concretamente, los que formaban parte del programa educativo Story Time from Space. Durante la misión, astronautas leyeron en voz alta cuentos infantiles relacionados con ciencia y tecnología, acompañando las lecturas con experimentos grabados en vídeo. Todo el contenido se ha incorporado a una biblioteca digital pensada para acercar el espacio a los más pequeños.

La misión número 32 también ha traído de vuelta los resultados de OPTICA, una demostración que buscaba mejorar la compresión y transmisión de imágenes hiperespectrales desde el espacio. Su implementación permitiría enviar imágenes de altísima resolución en tiempo real utilizando menos ancho de banda, lo que abarataría las observaciones y las haría más accesibles para tareas como la respuesta ante desastres naturales.
Cabe recordar que la cápsula Dragon había llegado a la estación el pasado 22 de abril, tras despegar un día antes desde Cabo Cañaveral en un Falcon 9. Su misión ha sido todo un ejemplo del tipo de investigación que impulsa la actividad de la EEI. Ahora, la cápsula puede enseñarnos los datos, descubrimientos y experimentos que han estado tocando el cosmos y que nos continúan enseñando los misterios de nuestro universo.