Fue uno de los temas de la campaña electoral y enfrentó a quienes lo negaban después de haberse comprometido con la UE a ello con los que presentaban la realidad sin paliativos a quienes acabarán pagando la factura, que son los conductores. Ahora, de momento, se aplaza lo que parecía inevitable: en 2024 no habrá que pagar por usar las autovías.

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¿Cómo se ha conseguido?

Aunque, como reveló Pere Navarro, el máximo responsable de la DGT, el Gobierno se había comprometido a ello, la Comisión Europea indica ahora que, dentro de la “revisión del Plan de Recuperación” se ha solicitado aplazar esta medida. El Gobierno, como alternativa, se compromete a “impulsar” más y mejor la movilidad sostenible. En tanto que en Bruselas siempre se han mostrado a favor de aceptar modificaciones en este tipo de planes, todo indica que la petición del Gobierno se aceptará y en 2024 no habrá que pagar.

¿Quién decía la verdad?

Lo cierto es que, viendo cómo queda todo, nadie mentía; pero sí que es cierto que el Gobierno decía la verdad a medias. Pere Navarro estaba en lo cierto cuando dijo que habría que pagar y la oposición también acertaba cuando pronosticaba lo que, por culpa de un planteamiento trasladado a Bruselas por el Ejecutivo. ¿Mentía el Gobierno? Tampoco, porque indicaban su “voluntad” era no aplicar ningún sistema de pago por uso en autovías. Para que esa voluntad ser convirtiera en algo más hacía falta, eso sí, lo que se ha hecho ahora. ¿Qué ha pasado por tanto? Lo que sucede muy a menudo: se amaga sin dar y se decide si se lanza el (en este caso) gancho de izquierda o no según reaccione el personal.  ¿Se acabará pagando? Dependerá de la evolución de la economía, de los precios de los carburantes e, incluso, de las perspectivas electorales de cada uno. Lo indudable es que la tecnología que permitirá el pago por uso ya existe y que hay, incluso, empresas españolas implantándola en otros países.