Ha sido tema de debate durante estas semanas previas a las elecciones desde que en el cara a cara de los candidatos de los dos principales partidos se vio cierto mapa en el que se indica en qué carreteras se exigirá un pago por circular a partir de una fecha no determinada de 2024. Primero, el actual Presidente del Gobierno dijo que no, luego la DGT dijo que sí, después una ministra matizó y, al final, como siempre pasa, la Comisión Europea ha disipado las dudas. Habrá que pagar, pero no se sabe cómo.

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La portavoz de Asuntos Económicos

Quien ha hablado es Veerle Nuyts, belga y portavoz de Asuntos Económicos de la Comisión Europea. Lo que ha dicho es lo siguiente: "entendemos que el plan español se refiere a un mecanismo de pago por el uso de las carreteras que comenzará en 2024 en línea con el principio de quien contamina paga". Se lo contó, además, a Europa Press y se refería a lo indicado en la página 127 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Según ella (y ella decide en estas cuestiones) no hay dudas en Bruselas sobre el compromiso suscrito por el Gobierno Español.

Mirando a ver

El Gobierno actual, con todo, es ciertamente consciente del significado que para Bruselas tiene lo incluido en el Plan. Tanto es así que en mayo de 2022 encargó a INECO (empresa pública especializada en ingeniería y consultoría del transporte) que estudiase “alternativas de establecimiento de un nuevo sistema de financiación de la Red de Carreteras del Estado”. Y no es cualquier cosa porque, ya en la página dos del encargo y dentro del apartado en el que se indican las necesidades a satisfacer con el encargo, se señala que “la tarificación de infraestructuras está contemplada como reforma a desarrollar en las componentes de Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia relacionadas con la Movilidad Sostenible”. En suma, que tan claro tenían que iban a hacer algo porque así se lo habían mandado que, como no se les ocurría nada, encargaron a expertos externos –pero no mucho, Ineco es pública- que mirasen a ver qué se les ocurría a ellos. En definitiva, que así estamos: habrá que pagar, pero aún nadie sabe cómo y, por eso, durante estos días inciertos, sólo se han dicho verdades a medias. Ah, y lo siguiente es pagar por acceder en coche a las ciudades. En Londres, ya lo hacen.