Sábado movido en la calle Ferraz donde se encuentra la sede del PSOE. A un extremo de la calle se ha concentrado la manifestación en contra de Pedro Sánchez, mientras que en frente del cuartel general socialista se manifiestan los partidarios del secretario general, poco más de un centenar de personas. Dentro, sin embargo, es otra cosa. El apoyo mayoritario y la voz crítica del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano Garcia Page, compartirán una reunión donde el líder socialista tendrá que exponer las medidas que ha decidido adoptar para hacer frente a la grave crisis que desde hace semanas ha convertido al gobierno de España en una especie de flan que tiembla al ritmo a que van explotando los escándalos en el PSOE. El último, las acusaciones de acoso contra Paco Salazar, uno de los dirigentes que debía ocupar la secretaria de organización en substitución del equipo de Santos Cerdán.
El recibimiento que ha tenido el primer secretario del PSC, Salvador Illa, en la sede del partido y la que se ha dispensado al presidente de Castilla-La Mancha ha ilustrado la grieta que se ha instalado en la formación.
Tan pronto Illa ha aparecido por la calle Ferraz, escoltado por el resto de miembros de la delegación del PSC, una simpatizante socialista se le ha lanzado al cuello, mientras era recibido al grito de "Salvador, Salvador". El primer secretario del PSC, que en todo momento ha cerrado filas con Sánchez, de quien se ha convertido en uno de los principales apoyos, ha estado acompañado con los gritos de "Illa, Illa" mientras hacía sus declaraciones en la puerta de la sede socialista.
"¡Traidor!"
Por contra, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, que ha hecho evidente su apuesta por un relevo de Sánchez al frente del ejecutivo, ha llegado bajo una lluvia de reproches. "Sinverguenza", "miserable", "traidor", ha sido algunos de los piropos que ha tenido que encajar el político castellano-manchego mientras expresaba su opinión, de nuevo crítica, con el líder socialista. “Si no se ofrecen soluciones, se es parte del problema”, ha advertido Sánchez, disparando de nuevo contra el líder socialista.
La tensión entre la militancia era tan evidente, que los gritos de "España no se vende, España se defiende" que se escucha en el extremo de la calle donde están los manifestantes contrarios al gobierno, son casi una anécdota.
Entre unos y otros, las furgonetas y el autocar de Hazte oir que pasean por las calles de Madrid los insultos contra el secretario general socialista, circulan una y otra vez por delante de la sede del partido, provocando los gritos de los supporters de Sánchez, que, por cierto, a medida que el sol ha comenzado a invadir implacable las aceras de la calle Ferraz.