Expedición catalana a Suiza después del espectacular alud de Blatten, que hace una semana sepultó para siempre este pequeño pueblo de los Alpes. Fue un desprendimiento masivo de más de diez millones de metros cúbicos de roca y hielo, a causa del colapso parcial de la cima Kleines Nesthorn (de 3.300 metros) y de un desprendimiento del glaciar Birch. Además de afectar gravemente a este municipio del valle del Lötschental (en el lado de Valais), la masa movilizada obstruyó el curso del río Lonza y ha provocado la formación de un lago con riesgo de hundimiento de la barrera natural que lo ha generado, hecho que podría desencadenar una avenida de agua y materiales hacia las poblaciones situadas aguas abajo.

➡️ Las impresionantes imágenes que muestran el antes y el después del pueblo suizo sepultado por el alud
 

En este contexto, el grupo de investigación FluvAlps-PaleoRisk del Departamento de Geografía de la Universitat de Barcelona (UB), liderado por el catedrático Lothar Schulte, ha analizado los hechos y ha recordado que "los procesos geomorfológicos como los desprendimientos, las corrientes de derrubios o los flujos de barro son el resultado de una combinación de múltiples factores naturales y humanos". Entre estos factores destacan el calentamiento global, la fusión de glaciares, la degradación del permagel, las precipitaciones intensas y la exposición de los asentamientos humanos. Schulte ha señalado también que "el cambio climático no es una causa directa, pero actúa como factor condicionante que incrementa la frecuencia e intensidad de estos fenómenos".

Hacia los valles de Gastern, Kander y Hasli

Ha estado precisamente este miércoles cuando el profesor Schulte ha iniciado una salida de campo con estudiantes de los másters en Planificación Territorial y Gestión Ambiental de la UB y en Gestión de Áreas de Montaña de la Universitat de Lleida (UdL) para analizar caos de impactos reciente e histórico en varios valles alpinos suizos, en el marco de la asignatura de Riesgos naturales. A pesar de la restricción de acceso a Lötschental, la expedición catalana estudiará fenómenos similares en lugares como los valles de Gastern, Kander y Hasli. "La cultura local del riesgo, las actuaciones coordinadas entre administraciones e investigadores, y la transferencia de conocimiento basada en estudios históricos y geográficos son clave para minimizar el impacto de estos fenómenos", ha afirmado el catedrático, antes de concluir que colaboraciones como esta han permitido "reducir drásticamente el número de víctimas a pesar de la extrema violencia de los procesos naturales registrados a los Alpes suizos".

La unidad de investigación liderada por Schulte hace más de dos décadas que estudia los procesos geomorfológicos e hidrológicos en los Alpes, y ha contribuido de manera significativa a la comprensión de los riesgos naturales en entornos de alta montaña. El equipo FluvAlps-PaleoRisk trabaja actualmente en el proyecto FloodLand —del Ministerio de Ciencia—, que estudia la dinámica de las inundaciones en paisajes fluviales culturales de montaña. Mediante una combinación de registros sedimentarios, cartografía geomorfológica, fondos documentales, análisis de líquenes, dendrogeomorfología y análisis de series climáticas con inteligencia artificial, el proyecto busca comprender la relación entre clima, inundaciones y actividades humanas a lo largo de la historia. Los resultados de la investigación del grupo han sido reconocidos por instituciones como el Ministerio suizo de Medio Ambiente, y han contribuido a informes estratégicos como el Hydro-CH2018. Además, el grupo participó en el primer estudio europeo de largo alcance sobre inundaciones históricas del continente, publicado en la revista Nature en 2020.