Hollywood se ha levantado esta semana con un nombre que hasta hace pocos días nadie había oído: Tilly Norwood. No se trata de una nueva estrella emergente descubierta en una serie indie ni tampoco de una cantante reciclada en actriz. Norwood es, literalmente, un experimento de inteligencia artificial. La primera actriz generada íntegramente por IA se ha presentado al mundo con toda la pompa de la industria: alfombra roja en el Festival de Cine de Zúrich, representación artística e incluso con estudios interesados en incorporarla a sus proyectos. La polémica ha estallado con una fuerza inusitada: actores reales acusan de que este tipo de creaciones ponen en peligro el oficio, mientras que los impulsores defienden que no sustituyen a nadie, sino que proponen un nuevo lenguaje artístico. En medio del debate, el sindicato SAG-AFTRA ha emitido una denuncia clara y contundente contra el uso de personajes sintéticos como Tilly Norwood.
Quién está detrás del experimento
El proyecto se ha presentado bajo el sello del talent studio Xicoia, que ha defendido a Norwood como “la próxima Scarlett Johansson o Natalie Portman”. No es casual: los rasgos faciales y el aura del personaje evocan los grandes iconos de Hollywood, buscando generar familiaridad y, a la vez, fascinación.
La primera prueba de Tilly fue el cortometraje de comedia AI Commissioner, disponible en YouTube y que ya supera las 500.000 visualizaciones. La pieza es, en esencia, un sketch, pero suficiente para sacudir la industria. No se trata solo de la calidad técnica del personaje, sino de su potencialidad: una actriz que no envejece, no necesita descansos, no cobra salarios millonarios y que puede adaptarse a cualquier papel sin límites físicos.
La reacción de Hollywood
El estreno público del proyecto no ha tardado en despertar reacciones feroces. Varios actores han expresado su indignación en las redes, denunciando que agentes y productoras estén avalando el uso de personajes sintéticos, mientras muchos intérpretes reales sufren por papeles y estabilidad laboral.
Por ejemplo, la actriz mexicana Melissa Barrera escribió en Instagram: “Espero que todos los actores representados por el agente que hace esto les dejen caer”. Mientras, Mara Wilson, actriz conocida por la película Matilda, apuntó a la cuestión de la intervención no consentida en rasgos humanos: “¿Y qué pasa con los cientos de mujeres vivas cuyos rostros se han combinado para crearla? ¿No podíais contratar a ninguna?” Finalmente, el actor Ralph Ineson, de Los cuatro fantásticos, resumió el malestar con un laconismo contundente en X: “Fuck off”. Estas voces chocan ya de pleno con el recelo latente que muchos artistas tenían respecto al avance de la IA en los campos creativos.
Denuncia formal de SAG-AFTRA
La polémica tocó un punto clave cuando el sindicato SAG-AFTRA (Screen Actors Guild – American Federation of Television and Radio Artists), representante de miles de actores, emitió una posición oficial contra este tipo de creaciones.
En un comunicado citado por medios especializados, SAG-AFTRA afirma: “Tilly Norwood no es una actriz: es un personaje generado por un programa informático que ha sido entrenado en el trabajo de muchos intérpretes profesionales — sin permiso ni compensación. No tiene experiencia vital para extraer emoción ni autenticidad.”
El sindicato también subraya que esta práctica podría perjudicar directamente los trabajos de los actores, devaluando el arte humano y creando una competencia desleal: “Lo que hemos visto hasta ahora no resuelve ningún problema, crea el problema del uso de rendimientos robados para hacer que actores queden sin trabajo.”
Además, SAG-AFTRA ha recordado las cláusulas contractuales en vigencia que obligan a productoras signatarias a notificar el uso de “personajes sintéticos” y negociar con el sindicato las condiciones de este uso. Así, todo proyecto que incluya IA en producciones debería respetar estos protocolos. Esta intervención sindical convierte la controversia en mucho más que un debate teórico: la asociación profesional ha marcado una línea roja en defensa de los derechos de los artistas humanos.
El mensaje en el Instagram de Tilly Norwood
A raíz de la tormenta mediática y las críticas, el perfil oficial de Tilly Norwood en Instagram (con 39.000 seguidores) compartió un extenso mensaje firmado por Eline van der Velden. En este texto, Van der Velden afirma que Tilly “no es un sustituto”, sino una “obra creativa, una pieza de arte”, capaz de generar conversación y propuestas nuevas en el campo de la narración.
Comparando la IA con herramientas como la animación o los títeres, defiende que los personajes artificiales deben ser valorados dentro de su propio género y nunca comparados frontalmente con actores humanos. “Ninguna cosa (y ciertamente ningún personaje de IA) puede quitar el valor ni la alegría de la interpretación humana”, apuntaba en el texto. Esta defensa ha sido considerada por algunos como un posicionamiento estratégico para moderar la tensión, y por otros como un desafío controvertido.