Un 34% del presupuesto destinado a los conciertos educativos acaba en centros que perpetúan la segregación escolar. Así lo señala un informe de la Fundación Bofill, que denuncia que el sistema educativo “no se puede permitir” invertir 402 millones de euros públicos en escuelas que segregan. “Es un agravio para las escuelas públicas y para las concertadas más comprometidas con la inclusión de alumnado vulnerable”, destaca el estudio.
Según el documento, la segregación se ha reducido un 25% en Catalunya en los últimos años, aunque todavía hay “grandes diferencias según el compromiso real de los centros”. El alumnado migrante en la red concertada ha pasado del 6% al 16% en una década, pero un 21% de escuelas consideradas “elitistas” sigue escolarizando a uno o ningún alumno vulnerable, por debajo del mínimo de dos que establece la normativa.
El informe, elaborado por la experta en segregación escolar de la Fundación Bofill María Segurola, apunta que el 69% de las escuelas concertadas “ya son corresponsables” en la lucha contra la segregación, mientras que el 31% restante aún segrega. A pesar del incremento de alumnado en situación de pobreza en la concertada, el estudio advierte que el equilibrio socioeconómico sigue siendo un “reto pendiente”: en los cursos de I3 e I4, los centros públicos escolarizan a un 39% de alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, mientras que los concertados solo un 23%.
Los alumnos vulnerables
Además, mientras que en la mayoría de aulas catalanas hay cuatro estudiantes vulnerables por clase, la media en los centros concertados “elitistas” es de uno o ninguno. Se trata de 105 escuelas ubicadas en municipios de más de 10.000 habitantes, que representan el 21% del total del sector concertado. Son centros grandes, a menudo situados en barrios de baja vulnerabilidad socioeconómica, que reciben financiación pública y que, según el informe, atraen alumnado acomodado de otras zonas. El resultado son “grandes desequilibrios” respecto a la composición social de sus municipios. Más de la mitad de estos centros tienen otras escuelas con mayor diversidad social a menos de 15 minutos a pie. El informe también identifica un segundo grupo de 49 escuelas concertadas —un 10% del total— que, a pesar de mostrar “cierta diversidad social”, aún presentan “desequilibrios significativos” y margen de mejora.
Según el estudio, las escuelas concertadas con más alumnos vulnerables son las que han demostrado un compromiso más firme con la reducción de ratios: más de la mitad de estos centros, con al menos un 30% de alumnado en situación de vulnerabilidad, han reducido las ratios hasta niveles similares a los de la red pública. En cambio, solo una de cada diez escuelas con esta diversidad mantiene grupos de 25 alumnos por aula.
El informe también subraya que las escuelas concertadas con menos alumnos vulnerables tienden a ofrecer más líneas por curso —hasta seis grupos por nivel—, mientras que las que escolarizan a más alumnos con dificultades sociales son más pequeñas y, por lo tanto, más frágiles ante el descenso demográfico.
Condicionar los conciertos a la inclusión
Ante la próxima renovación de los conciertos educativos, la Fundació Bofill propone condicionar su continuidad a la inclusión de alumnado vulnerable del entorno, a ajustar la oferta educativa y a garantizar la transparencia en el cobro de cuotas. También reclama que el incumplimiento de estos criterios pueda conllevar la retirada del concierto. La entidad lamenta que, actualmente, los acuerdos de concierto “no son lo suficientemente claros ni exigentes” y considera “imprescindible” revisarlos para adaptarlos a la normativa y establecer compromisos “concretos, vinculantes y verificables”.
La Fundació Bofill insiste que “el exceso” de plazas en el sector concertado contribuye a mantener la segregación, ya que “mantiene abierta una oferta sobredimensionada” que condiciona las decisiones de matrícula de las familias. La entidad alerta, además, de que “la red pública está perdiendo peso dentro del sistema educativo” en un contexto de caída demográfica, “donde la corresponsabilidad debería ser compartida por todos los centros”.
La Fundación Escuela Cristiana de Catalunya
Por su parte, la Fundación Escuela Cristiana de Catalunya (FECC) asegura que todas las escuelas concertadas cumplen el Pacto contra la segregación escolar y escolarizan alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo de tipo socioeconómico (NESE B). Además, la entidad recuerda que el Pacto contra la segregación escolar se aplica desde 2021 y de forma escalonada, lo que hace que de momento solo alcance el segundo ciclo de educación infantil y a ESO.