Las escuelas "pueden hacer mucho más" para incrementar el uso del catalán en las escuelas e institutos. Es lo que se desprende de las conclusiones extraídas de la 57.ª edición de la Escuela de Verano organizada por la asociación de maestros Rosa Sensat entre los pasados 1 y 3 de julio. Este año estas jornadas estaban centradas en 'El catalán en la escuela' y las actitudes lingüísticas de los maestros y profesores. Y, según la asociación, las escuelas tienen que contar con proyectos educativos "comprometidos con el catalán y no adaptarse a lo que sea más cómodo a cada momento para los maestros".

Las conclusiones de Rosa Sensat acaban destacando que "es cierto que la escuela no puede hacerlo todo para incrementar el uso del catalán, pero seguro que puede hacer mucho más". Las reflexiones y propuestas de los participantes en la escuela de verano señalan también que "hay evidencias que indican un retroceso del catalán a la escuela", cosa que hace necesario reforzar las estrategias conjuntas desde las instituciones y desde las escuelas. La asociación también apunta que hace falta "la implicación de todo el sistema, desde equipos directivos, coordinadores de lengua y cohesión social e inspección, y unas políticas educativas que refuercen y garanticen" el proyecto lingüístico de cada centro.

Rosa Sensat también ha concluido en esta Escuela de Verano que con el fin de fomentar el uso del catalán en las escuelas e institutos "es importante partir de la valoración del plurilingüismo y huir de la simplificación del bilingüismo"; porque una sociedad plurilingüe "hace más por una lengua, de hecho por todas las lenguas, que una sencillamente monolingüe o bilingüe". Dicho esto, la asociación considera que es "vital separar la lengua catalana, y en general los usos lingüísticos en los centros, de connotaciones ideológicas y políticas para facilitar la normalización del uso del catalán en los centros."

"Reforzar el comportamiento lingüístico del equipo de maestros"

Rosa Sensat también señala en sus conclusiones que cada centro vive una situación diferente y tendrá que adaptar las propuestas a su contexto a partir de las evidencias del uso del catalán en su comunidad. La asociación aporta, pues, otras ideas, como "buscar estrategias conjuntas de centro para reforzar el comportamiento lingüístico del equipo de maestros y la unidad de acción de los claustros, contar con las alianzas y la implicación de todas las familias en el proyecto de centro y reconocer las lenguas de origen del alumnado para impulsar el catalán", entre otros.

Asimismo, la entidad ha pedido que haya menos movilidad de docentes para poder realizar proyectos compartidos, por lo cual ha indicado que "son necesarias plantillas suficientes y estables y equipos consolidados que tengan tiempo para que la formación sea eficaz y eficiente". "La inmersión lingüística se inició en los ochenta y se ha ido desvirtuando, entre otros motivos, por los cambios demográficos progresivos y escalonados ocurridos," indica Rosa Sensat, que ha subrayado que la inmersión "funcionó porque se valoraba el aprendizaje y el uso del catalán de los niños y jóvenes como uno de los factores que facilitaban el ascenso social y la consecución de una sociedad cohesionada" por lo que "en el contexto actual tiene que hacerse un replanteamiento".