La Liga 2024-2025 será recordada por muchos motivos históricos que han marcado una temporada inolvidable… Para muchos será la liga de la explosión de Lamine Yamal, que con 17 años y con un centenar de partidos a sus espaldas con el primer equipo, marcó un decisivo gol estratosférico que certificó el título en el RCDE Stadium; será la liga del doctorado de Pedri, que se ha convertido en el mejor jugador del mundo en su posición; la Liga donde ha maravillado Cubarsí por su madurez y fiabilidad; será la liga de los chavales de la Masia como Fermín o Marc Casadó, que han tenido un papel decisivo en momentos clave; pero, sobre todo, será la Liga de Hansi Flick, que se ha ganado el corazón de los culés porque ha sido el arquitecto de un triplete doméstico (Liga, Copa y Supercopa) que augura una nueva era y entierra definitivamente los miedos y dudas que dejó la marcha de Leo Messi. El técnico alemán, curtido en mil batallas, que consiguió un sextuplete con el Bayern de Múnich en la temporada 2019/20, dejó una frase que llena de orgullo a los culés: "Nunca había vivido esto antes, esto es único", admitió Flick.

Pasión, actitud y mentalidad

El hombre tranquilo, que pidió a sus jugadores que no celebraran la Liga en el campo por respeto a los aficionados del Espanyol y que lo hicieran en la intimidad del vestuario, dejó ir sus sentimientos en la sala de prensa después de mucha contención, y explicó lo que hace al Barça diferente. "Siento que somos como una familia, el club lo está haciendo muy bien, con pasión, actitud y mentalidad, y eso me ha ayudado mucho para conseguir los objetivos, y por supuesto la atmósfera, es fantástica, todos cuidan de todos y eso quizás es, resumido, lo que es único, no lo había vivido nunca", remachó el técnico blaugrana, que admitió que su momento favorito de la temporada fueron "los cuatro clásicos contra el Real Madrid" y que la decisión más difícil fue cuando "Tek (Szczęsny) se convirtió en número uno, para Iñaki fue duro", sin olvidar el golpe emocional que supuso la muerte del doctor Carles Miñarro. "Nos mira desde arriba, y seguro que está muy orgulloso de nosotros. Siempre pensamos en él y tiene un lugar en nuestro corazón, era una persona muy importante".

Esta unión, "la atmósfera del vestuario" que destacó Flick, ha sido, sin duda, una de las claves que explica el éxito de su primera temporada en el Barça, y que lo ayudó a superar momentos difíciles que también recordó, especialmente el bache que vivió el equipo en noviembre, y que se superó porque "siempre es importante ser fuertes mentalmente", sabiendo aprender de los errores y aprovechando el parón de Navidad para volver a la senda del éxito. "Las cosas que entrenamos después del parón nos han ayudado mucho, también ganar la Supercopa. Eso es lo que nos ayudó", y también recuperar la mejor versión de los jugadores, "como Frenkie (de Jong) y otros; está muy bien ver cómo mejoraron", explicó Hansi Flick. "Todo depende de la actitud, y nosotros siempre pensamos en positivo. Tenemos una filosofía sobre cómo queremos atacar, algo diferente, pero nos hemos adaptado muy bien y en el Barça tienes que ganar títulos".

El mérito de Flick es que ha cambiado la mentalidad del equipo, del Club, ha subido la autoestima de los aficionados y ha vuelto a hacer disfrutar a los culés, una de las cosas que, dice, "me hace más feliz". Y lo ha hecho manteniendo la esencia del ADN Barça (donde el respeto para tener la posesión de la pelota es innegociable), pero lo ha evolucionado añadiendo condimentos como una presión alta enérgica y decidida, la recuperación después de pérdida, una defensa avanzada que ha explotado las virtudes de jugar con el fuera de juego y un fútbol más vertical que ha convertido el Barça en una máquina de hacer goles (95 en la Liga), con un fútbol vertiginoso que ha explotado con el talento de jugadores como Lamine, Raphinha y Lewandowski.

Esperando la rúa con ganas

Ahora toca celebrarlo con una rúa que Flick espera con muchas ganas, aunque "me quedaré un poco en segunda línea", porque no quiere ser un protagonista y prefiere mantenerse en un segundo plano. "Espero que todo el mundo la disfrute. Estoy esperándola, la disfrutaré. Estoy muy agradecido por cómo nos ha tratado la gente, será mi primera aquí, tuve la del Mundial 2014 con Alemania". Después de la celebración, vendrán las vacaciones ("Tendremos cinco o seis semanas libres, para los jugadores es importante descansar"), y ya tendrán tiempo de preparar la próxima temporada. El técnico alemán, sin embargo, sabe que aumentará la exigencia después de que el equipo se quedara a las puertas de volver a una final de la Champions League, pero no le teme al futuro. Sabe que tiene unos jugadores con los que puede ir al fin del mundo, jóvenes, con talento y que quieren seguir aprendiendo. "El nivel ha sido fantástico, pero tenemos potencial para más".