La inteligencia artificial (IA) presenta una gama muy extensa de posibles aplicaciones en el mundo científico, incluso puede ser el salvavidas de los últimos monos del sector. Testar con animales las drogas y otras sustancias para confirmar la seguridad para el consumo humano podría tener los días contados. Una aplicación de la inteligencia artificial en este campo es sencilla, pero se dice que está demostrando eficaz: utilizarla para rastrear todos los resultados globales de pruebas con animales existentes y disponibles para evitar la necesidad de nuevas pruebas innecesarias.

Joseph Manuppello, analista de investigación sénior del Comité de Médicos de Medicina Responsable, declara a la BBC: "Estoy muy entusiasmado con la aplicación de modelos de IA como ChatGPT para extraer y sintetizar todos estos datos disponibles y sacar el máximo provecho". Es decir, la capacidad de gestión y presentación de datos de los sistemas de IA podría dejar al alcance de los investigadores resultados de pruebas ya existentes para no repetir a todo y a derecho en otros animales.

El profesor de toxicología en la Universidad Johns Hopkins de los Estados Unidos y también director del Centro de Alternativas a las Pruebas con Animales, Thomas Hartung, sostiene actualmente las pruebas en animales responden a la necesidad de comprobar nuevos productos químicos. Y con más de 1.000 compuestos nuevos que entran al mercado cada año, hay mucho para probar. Sin embargo, Hartung apunta que los sistemas de IA entrenados empiezan a ser capaces de determinar la toxicidad de un nuevo producto químico.

Errores en los sistemas

Los sistemas de filtraje de datos basados en la IA trabajan solo con la información que se les alimenta, así pues, si esta información es sesgada, el resultado lo será. Si bien Hartung celebra que los sistemas de IA empiezan a apuntar por seis solos la toxicidad de las sustancias, reconoce que no son perfectos. Por ejemplo, la mayoría de las investigaciones se han hecho sobre personas blancas, de manera que la tecnología no tiene información de cómo afectan a algunas sustancias a otras etnias.

Más precisa que las ratas

Aunque presenta este sesgo, sistémico en el mundo de la investigación científica, la IA puede ser más eficaz que las ratas de laboratorio. Hartung expone a la BBC que probar drogas humanas en animales a veces puede ser de poca utilidad. Por ejemplo, algunos medicamentos muy utilizados habrían fracasado en las pruebas con animales, como la aspirina analgésica, que es tóxica para los embriones de rata. El profesor Hartung concluye que en varios casos la IA ya está demostrando ser más precisa que las pruebas con animales.