Tres años, 1.095 días y 26.280 horas. Este es el tiempo que Nacho Dean (Málaga, 1980) destinó en hacer la vuelta al mundo andando. Era el 21 de marzo de 2013 cuando Nacho salía del kilómetro 0 de la Puerta del Sol de Madrid, rumbo al este por la calle Alcalá. Aquel, era el inicio de un viaje de 33.000 kilómetros que tenía por delante, recorriendo un total de 4 continentes y 31 países a pie.  

Solo llevaba un carrito con la tienda de campaña, el saco de dormir, una esterilla, ropa, agua, comida, botiquín, un cuaderno, un frontal, un cuchillo, una cuerda, un portátil, el móvil, la cámara y su documentación. Un reto que el aficionado a la montaña tenía en mente, y que formaba parte de un "sueño personal, ¡de una aventura en mayúsculas!". Comprometido con el medio ambiente, sensibilizado con la degradación del planeta y concienciado por los efectos del cambio climático que sufrimos, Nacho decidió iniciar este viaje.

Dean anduvo 33.000 kilómetros recorriendo 4 continentes y 31 países

Nacho Dean Espanya

Nacho en la Puerta del Sol de Madrid, momentos antes de empezar la aventura

España, Francia, Italia, Eslovenia, Croacia, Serbia, Bulgaria, Turquía, Georgia, Armenia, Irán, India, Nepal, Bangladés, Tailandia, Malasia, Singapur, Indonesia, Australia, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, México, Estados Unidos y Portugal.

En este orden, el aventurero dio la vuelta el mundo andando, conociendo a miles de personas de culturas, religiones, nacionalidades y profesiones muy diferentes. "La humanidad de toda esta gente, es el mayor tesoro de este viaje", apunta el explorador, quién detalla que "por todas partes donde he estado, me han tendido la mano, me han abierto las puertas de su casa y me han sentado en la mesa como un miembro más de sus familias".

50ºC -13ºC, 4.900 metros de altitud y 12 pares de zapatillas deportivas

El recorrido de Nacho cuenta con mil y una anécdotas por explicar, así como algunos datos relevantes, que ponen de manifiesto las múltiples complicaciones que vivió a lo largo de este tiempo. El aventurero estuvo andando sin descansar durante 86 días seguidos, un total de 4.100 kilómetros que hizo por Australia, donde soportó una temperatura máxima de 50ºC. Una cifra muy lejana de la mínima que tuvo que soportar en la cordillera de los Andes y en los Estados Unidos, donde llegó a los -13ºC.

Nacho Dean Australia

El aventurero en tierras australianas

En un mismo día, la distancia máxima que llegó a recorrer fueron 85 kilómetros, y el máximo de litros de agua consumidos también en un mismo día fueron 7 en Tailandia, Malaysia y Australia. Un recorrido que sumado en todo su conjunto, llegó a desgastar 12 pares de zapatillas deportivas diferentes.

Acusado de espionaje y agredido con machetes

"Lo que más me costó fue tomar la decisión y dar el primer paso: dejarlo todo. Casa, familia, amigos y, sobre todo, los miedos de una cultura que valora mucho más la seguridad y la comodidad que el hecho de arriesgarse". Un riesgo que, a pesar de la mordedura de perro que se llevó en Honduras y la fiebre chikungunya que sufrió en Chiapas (México), le resultó del todo satisfactorio.

Pero no todo fue un camino de rosas. El aventurero recuerda un par de episodios trágicos cuando estuvo a punto de entrar en prisión acusado de espionaje, por culpa de unas fotografías en la frontera entre Armenia e Irán. Y un segundo caso cuando lo intentaron asaltar con machetes miembros de las maras en El Salvador.

Nacho Dean zapatillas deportivas

Uno de los 12 pares de zapatillas deportivas que Dean utilizó para dar la vuelta al mundo andando

Por suerte, los buenos momentos le compensan las malas experiencias. "Dormir bajo el impresionante cielo estrellado del desierto de Atacama o abrir la cremallera de la tienda de campaña en las selvas de Mindo (Ecuador) y ver todos los árboles iluminados con miles de luciérnagas verdes", fueron algunos de los escenarios que al joven le han quedado marcados en la retina.

Lo que Nacho se lleva de toda la experiencia vivida, ha sido el contacto con la naturaleza. "Han sido 3 años a la intemperie, cruzando desiertos, montañas, junglas, viviendo todos estos paisajes y descubriendo una serie de animales que solo había visto antes en documentales". En definitiva, "descubriendo el mundo como un niño". El explorador explica que cada día era una aventura diferente, "sabía cómo me levantaba, pero no dónde dormiría la noche siguiente, ni las personas o los obstáculos que me encontraría por el camino".

Dean: "Vivimos en un maravilloso planeta castigado por la acción humana"

Nacho Dean por Catalunya

El aventurero en tierras catalanas

Hasta el momento, solo cinco personas de todo el mundo han conseguido dar la vuelta al mundo andando, una experiencia que Nacho recoge en el libro Libre y salvaje (Editorial Planeta).

¿Y de cara a un futuro, qué retos te deparan? "Ahora estoy preparando una nueva expedición navegando a vela". Toda una nueva aventura, que Dean tiene en perspectiva después de la expedición Nemo, que hizo entre 2018 y 2019. Una expedición que lo llevó a unir nadando los 5 continentes del planeta, para lanzar un mensaje de conservación de los océanos. Un compromiso que Dean tiene con el medio natural que nos rodea, y que lo acompañará a lo largo de sus próximas aventuras.