Los problemas de Renfe no paran. Un día más, este viernes 16 de septiembre, los usuarios del tren se han vuelto a encontrar con problemas generados por una avería en la catenaria en el tramo entre Sant Vicenç de Calders y Vilanova i la Geltrú. En este caso, los trenes entre Vilanova y Barcelona circulan con retrasos puntuales, pero entre Vilanova y Sant Vicenç lo hacen en sentido único y parando en todas las estaciones, hecho que provoca retrasos de hasta 45 minutos. A esta avería se tiene que añadir otra en el sistema de señalización, provoca que se haya tenido que limitar la capacidad operativa en el tramo afectado. Este hecho tiene consecuencias sobre los trenes del R2 Sur, así como en Regionals del Corredor Sur. Paralelament, en la línea R4, se ha registrado una avería en el sistema de señalización entre Martorell y Sant Sadurní d'Anoia, provoca retrasos de 15 minutos. 

Hacia las 12:00 horas, los técnicos de Adif han reparado la avería que afectaba la catenaria al tramo de Sant Vicenç de Calders-Vilanova, se recupera así la capacidad al trayecto afectado, y esto permite restablecer progresivamente frecuencias y servicios a las línes R2 sur y Regionales del corredor sur. Para limitar la afectación, Renfe ha reprogramado el servicio de la línea R2 sur: Vilanova-Barcelona. Los trenes inician y finalizan su servicio en Vilanova i la Geltrú. Esto permite mantener la frecuencia entre Vilanova y Barcelona.

Ante este nuevo problema de movilidad para los usuarios, Renfe ha habilitado un servicio complementario por carretera con autobuses entre Sant Vicenç de Calders y Vilanova, el tramo más afectado y donde se producen más retrasos. Los autobuses no han empezado a llegar a la estación de Vilanova y Sant Vicenç de Calders hasta las nueve de la mañana. A pesar de que desde Adif ya se está trabajando para resolver la incidencia, no está previsto que se solucione hasta que no haya pasado la hora punta, cuando más usuarios utilizan el tren.

 Puigneró reclama el traspaso de Cercanías

Los grandes errores en el servicio ocurridos en las últimas semanas en Catalunya, han hecho que el Govern haya insistido en la posibilidad de un traspaso de las competencias de Rodalies. Uno de los portavoces en este sentido ha sido el conseller y vicepresident Jordi Puigneró, que fijaba como plazo el debate de política general de fin de mes para encauzar el traspaso de Rodalies. Esta es una reclama constante desde Catalunya al Gobierno y Puigneró ha asegurado que "estamos abiertos a llegar a este acuerdo, pero tengo la sensación de que no hay esa voluntad política y yo ya me he cansado de esperar" , después de un año sin avances. 

El pasado noviembre, tras una reunión de la comisión bilateral de infraestructuras, Puigneró afirmó que se había iniciado el camino hacia el traspaso "integral y definitivo" de Rodalies. Casi un año después de que se fijara la creación del grupo que debía estudiar su viabilidad, el vicepresidente afirma que la negociación "no avanza adecuadamente a pesar de todo el trabajo que se ha hecho" e insta al gobierno español a "pasar a la acción". 

Alejan la posibilidad de un traspaso

Puigneró choca, sin embargo, con el presidente de Renfe, Isaías Táboas, que cuestiona que el traspaso de Rodaliescomporte mejoras en el servicio. "¿La Generalitat se pondrá a conducir los trenes?", se preguntó en las últimas horas Táboas en una entrevista. En esta línea, ha defendido que Renfe es la operadora y presta los servicios que tiene encomendados, por lo que "muchas veces" los incidentes que debe afrontar "no tienen que ver" con si lo gestiona el ejecutivo español o la Generalitat. Asimismo, Táboas aseguró que la puntualidad de los trenes es superior al 90%, un porcentaje que se encuentra "muy por encima" de otras ciudades de Europa como Dublín o Lisboa, entre otras.