Diez meses después de la trágica DANA que se llevó la vida de 228 personas en el País Valencià, la vuelta a la escuela en la zona cero de la riada no será como en el resto del Estado. Más de 3.000 niños y niñas, cuyos centros quedaron destruidos por las inundaciones del pasado 29 de octubre, tienen que empezar el curso en aulas prefabricadas, en barracones. Pero para 600 de ellos, ni siquiera eso ha sido posible y este lunes no han podido volver a clase porque los módulos que tenían que acogerlos todavía no están listos.

En Massanassa, epicentro de la catástrofe, los colegios Lluís Vives y Ausiàs March permanecen cerrados mientras las obras de preparación de los barracones siguen en marcha. Sin luz, sin agua y con el patio todavía en obras, los alumnos han empezado el curso saludando a sus maestros desde detrás de una valla. “Es imposible que vayan a clase, los barracones están montados, pero no están preparados. El patio no está acabado, todavía están trabajando. Ahora nos dicen que empezarán el jueves. Discrepo, no me lo creo”, lamenta la madre de una alumna de ocho años a declaraciones en ElPaís.

La situación no es mejor en otras poblaciones como Alfafar, Algemesí, Catarroja, Paiporta, o Utiel, donde los retrasos en las obras también han aplazado el inicio del curso hasta finales de semana. En total, ocho centros han sido declarados “catastróficos” y funcionarán en barracones durante años, mientras se construyen los nuevos edificios con medidas antiinundaciones.

Protestas e indignación familiar: “Llega once meses tarde”

Este lunes, padres y madres se han concentrado delante del Ayuntamiento de Massanassa con pancartas que decían “Queremos volver al cole” y “Sin escuela no hay futuro”. La indignación es palpable después de meses de promesas incumplidas. “Ya tendrían que haber empezado la escuela porque después los niños van con mucho retraso. “Nos han engañado. Llegamos aquí y eso está sin acabar. Nos dicen que el jueves, pero no sabemos si el jueves podrán entrar. Es indignante”, asegura una madre de una alumna de cuarto de Primària en VilaWeb.

Padres y madres protestando ante|delante de una escuela de Massanassa
Padres y madres protestando delante de una escuela de Massanassa

Después del desastre, miles de alumnos fueron trasladados a centros de otros municipios, con largas horas de desplazamiento y jornadas lectivas recortadas. Ahora, en lugar de recuperar la normalidad, muchos siguen sufriendo incertidumbre. María Dolores Trujillo, presidenta de la FAMPA de la Horta Sud, denuncia la situación y ha cargado contra el ejecutivo de MazónLes da igual la escuela pública. Todas las comunidades educativas que hemos sido afectadas por la DANA estamos cansadas, muy cansadas. Y él, a la suya. No son tres días, llega once meses tarde. No vino a nada. No mandó ni a un inspector para ver qué cosas se podían recuperar de los centros”.

Barracones sin recursos

Mientras tanto, los centros que sí que han conseguido abrir en barracones tampoco disfrutan de las condiciones mínimas. En Catarroja, 1.500 estudiantes del IES Berenguer Dalmau —colegio que fue arrasado por la DANA— han empezado las clases en módulos instalados en un trozo de calle cortado, sin sombra ni equipamientos digitales, sin pizarras digitales, sin ordenadores, sin toldos e incluso sin la potencia eléctrica para poner a funcionar todo el centro. Faltan cosas para hacer y estaremos muy pendientes de que se vayan solucionando. También estaremos muy pendientes de que el nuevo centro, que ya se ha derribado, se empiece cuanto antes mejor”, afirma Yolanda Morales, presidenta del AMPA en los micrófonos de Europa Press.

Niños jugando delante de unos barracones que no han podido abrir
Niños jugando delante de unos barracones que no han podido abrir

Las asociaciones educativas critican la “falta absoluta de previsión” y denuncian que Conselleria “no ha priorizado la reconstrucción del sistema educativo”. El conseller José Antonio Rovira, que este lunes inauguraba el curso en Castellón, ha recibido duras críticas para evitar las localidades afectadas.

Futuro incierto

El president de la Generalitat, Carlos Mazón, había prometido que todos los alumnos desplazados volverían a la escuela de su municipio este septiembre. Sin embargo, la realidad es que cuatro centros siguen sin estar preparados y los proyectos para construir las nuevas escuelas no empezarán hasta el 2026. Las familias reclaman soluciones urgentes y un calendario claro. “La normalidad que plantea la Conselleria de Educación no existe”, ha sentenciado Rubén Pacheco, presidente de la Confederación de AMPA Gonzalo Anaya.