Los jóvenes ecologistas de Fridays for Future, el movimiento contestatario contra la crisis climática que empezó con Greta Thunberg ahora hace 5 años, han anunciado una nueva gran movilización global para este viernes 19 de abril. La convocatoria cuenta ya con más de 500 marchas previstas por todo el mundo para reclamar "un mundo en el cual valga la pena vivir". Por todo el Estado español hay una decena de convocatorias en ciudades como Barcelona, Palma, Alicante, Madrid, Bilbao, Sevilla, Málaga y Córdoba, que este año se centran en denunciar las graves sequías que asolan el territorio bajo el lema "Nuestra casa se abrasa". En Barcelona, la concentración se ha previsto delante del Ayuntamiento, en Plaça Sant Jaume, hacia las 12.00 h.

"Nuestro futuro se seca y nuestro territorio está en llamas. El 75% de nuestro territorio está en riesgo de desertificación", apuntan desde Juventud por el Clima, la delegación española de Fridays for Future, que subrayan que año tras año se baten récords de temperatura, habiendo sido 2022 y 2023 los más cálidos nunca registrados. En este sentido, la gran movilización de este viernes pone el acento en el agua, un recurso "cada vez más escaso", y su gestión ante la escasez y la irregularidad de las lluvias.

Los jóvenes ecologistas denuncian que el agua ya no llega a todos los hogares, habiendo casi 12 millones de personas sufriendo algún tipo de restricción en el consumo, y que los gobernantes "nos imponen cortes a la ciudadanía, en vez de señalar a los verdaderos culpables". "Mientras las duchas no pueden durar más de 3 minutos, en el sur cada vez hay más campos de golf que derrochan. No es forma de gestionar la sequía", apuntan. En este sentido, los manifestantes recuerdan que los hogares no son los grandes consumidores de agua, sino que es una responsabilidad que recae sobre "industrias y corporaciones", de forma que demandan cambios en los modelos económicos para que sean "compatibles con la vida".

Apoyo al campo y reclamo de una transición ecológica justa

Los jóvenes también recuerdan a los agricultores que se han manifestado estos meses con tanta intensidad: "No nos extraña ver cómo se llenan las calles de agricultores y que pierden cosechas y se sienten desamparados, sin una administración que ponga el acceso al agua y a la alimentación en el centro". "Nos plantamos ante esta situación y exigimos una transición ecológica justa, que no deje a nadie atrás", reclaman. También reclaman ciudades en las cuales se pueda vivir en verano, con árboles, sombras, viviendas y edificios públicos aislados, y pudiendo estudiar y trabajar sin el peligro de golpes de calor.

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