¿Dónde busca la información a un estudiante de ESO? ¿A quién le preguntan sus dudas? Quién es más listo: ¿un profesor o Google? La respuesta es desconcertante: el buscador ya supera a los profesores como fuente de información científica en los alumnos de ESO. Así lo demuestra un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid en colaboración con Camilo José Cela. "Eso confirma claramente que el paradigma de adquisición de información está cambiando y se tiene que tener en cuenta para todas las decisiones que impliquen la transmisión de ciencia y cultura", ha destacado a José Antonio López Moreno, del departamento de psicología y metodología en ciencias del comportamiento de la UCM.

Según la investigación, la mayor parte de la cultura científica se adquiere entre los 12 y 16 años. Para llegar a esta conclusión los investigadores han comparado los resultados obtenidos por los alumnos de ESO con los resultados obtenidos por adultos en los Estados Unidos y en varios países de Europa. "A pesar de los informes PISA, los alumnos de ESO de Madrid demuestran un alto conocimiento de ciencia básica ante la media europea", detalla López.

Sin embargo, destaca el alto porcentaje de alumnos que no conoce a ningún investigador español: un 77%. ¿Y cuál es el científico más conocido? Albert Einstein, seguido de Marie Curie e Isaac Newton.

A Google (66,5%) y a los profesores (57,7%) los sigue la televisión y Youtube como fuentes de información científica. Uno de cada cuatro estudiantes afirma que ha adquirido conocimiento científico a partir de las redes sociales, aunque su uso está menos relacionado con la ciencia y cultura.

El 30% no ha pisado nunca una biblioteca

Otro dato chocante que el estudio ha hecho salir a la luz es la poca presencia de los alumnos en la biblioteca. Sin ir más lejos, un 30% no ha pisado nunca ninguna. Y uno de cada cuatro alumnos declara no haber hecho nunca ninguna actividad relacionada con la ciencia y la cultura en su tiempo libre.

De hecho, la mayoría de los alumnos encuestados tiene en su cabeza la imagen de un científico como una persona "mayor, con gafas, inteligente y poco mentirosa", según este estudio.