Los Bomberos de la Generalitat han estado trabajando esta tarde para intentar apagar un incendio forestal en Fulleda, en Les Garrigues, que se ha extendido con rapidez y ha creado una gran columna de humo. El fuego, que ha surgido por causas todavía desconocidas hacia las seis, ha crecido hasta llegar a consumir más de 13 hectáreas de terreno de vegetación y cultivo, y se han requerido unos 140 efectivos, 35 dotaciones terrestres y 9 medios aéreos para poder evitar que el fuego se expandiera y, poco a poco, reducirlo hasta una situación más controlable, llegando a estabilizarlo antes de la puesta de sol.

Imagen del incendio de Fulleda | @bomberscat
Imagen del incendio de Fulleda | @bomberscat

Los Bomberos han priorizado las tareas de extinción del flanco derecho y la cola del fuego para evitar que se abrieran y se tuviera que cubrir más terreno, pero también han tenido que dedicar grandes esfuerzos al controlar otras zonas afectadas por el incendio, especialmente cultivos donde las llamas crecían rápidamente. Para hacerse cargo de estos espacios, los Bomberos han contado con el apoyo de herramientas manuales y tractores que labraban la tierra para crear cortafuegos e impedir que las llamas se extendieran más allá. Afortunadamente, el fuego estaba bien lejos de los núcleos urbanos, lo que ha hecho innecesario establecer confinamientos o desalojar ninguna población.


Nueve medios aéreos

Gran parte de la tarea ha sido hecha desde el aire, con la colaboración de nueve medios: tres avionetas, cuatro helicópteros bombarderos de agua y dos más de mando. El viento de poniente que ha soplado durante toda la tarde ha dificultado la tarea de los agentes, pero todavía así se ha podido impedir el avance del fuego y, poco a poco, se lo ha ido haciendo retroceder con el apoyo de todas las dotaciones terrestres y aéreas. Finalmente, después de que las llamas quemaran unas trece hectáreas y media, los Bomberos han sido capaces de estabilizarlo antes de que se pusiera el sol, pero se tendrán que mantener activas diez dotaciones terrestres durante la noche para controlarlo y evitar que vuelva a crecer, así como para enfriar los puntos más calientes y asegurarse de que, si las llamas intentaran resurgir, tuvieran dificultades para quemar. Por otra parte, los medios aéreos ya han vuelto a la base, tanto porque ya no son indispensables como por las dificultades que implica hacer uso de estos medios cuando ya se ha puesto el sol y no hay luz natural.

A pesar de la extensión del incendio y el gran número de dotaciones y efectivos que se han movilizado para hacerle frente, la localización del fuego ha sido de gran ayuda para evitar mayores complicaciones, ya que, aunque el entorno lleno de vegetación y campos de cultivo facilita que las llamas se propaguen con facilidad, afortunadamente no había ningún núcleo urbano cerca y, por lo tanto, no ha habido riesgo de pérdida de vidas humanas durante las horas que ha estado quemando el incendio. Además, se ha podido contar con la asistencia de la población campesina para crear los cortafuegos, que han sido de gran utilidad para las tareas de contención.