Nuevo giro de guion con respecto al futuro del Club de Mar de Sitges, que tiene que ser derribado el próximo 2 de junio. El Tribunal Supremo ha aceptado estudiar la posibilidad de ordenar la suspensión cautelar de la orden de derribo de las instalaciones, que dictó la semana pasada la Dirección General para la Sostenibilidad de la Costa y el Mar del Ministerio de Transición Ecológica. El TS lo ha notificado este lunes, justo una semana antes de la fecha en que se prevé ejecutar el cierre y la demolición de las instalaciones. Ahora la entidad insta al Estado español a parar la demolición hasta que los jueces se pronuncien.
Durante estos últimos días, el Club de Mar no ha tirado la toalla y ha continuado pedido en el Supremo que se pronunciara sobre el derribo, recordando que hay recursos pendientes de resolver y destacando el valor patrimonial del edificio. De hecho, representantes de diferentes federaciones deportivas catalanas de deportes de mar, entre ellas la Federación Catalana de Vela, han firmado este lunes un manifiesto contra el derribo y han celebrado un acto celebrado en las instalaciones del club sin la presencia de la alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell, ni ningún representante municipal, donde han denunciado que el derribo es "desgraciadamente" un caso más de "persecución y eliminación sistemática" que sufren los clubs deportivos. Además, han aprovechado para recordar que la destrucción de las instalaciones se ha comunicado en "plenas negociaciones" con el Gobierno para buscar una fórmula para protegerlos.
El Ministerio para la Transición Ecológica comunicó el pasado 20 de mayo en el Club de Mar de Sitges el cierre y derribo de las instalaciones de forma inminente, porque incumplen la Ley de Costas. Aunque el Club ha presentado una infinidad de recursos para evitar el fin de la actividad, incluyendo el pago de una multa de 60.000 euros, los juzgados han dado sistemáticamente la razón al Ministerio.

El club insiste en que cerrar las instalaciones sería "injusto"
"Todo ello es muy triste. No es tanto para|por los socios que formamos parte y que somos unos apasionados por los deportes náuticos, sino que por|para lo que comporta eso tanto a nivel de patrimonio histórico como a nivel social", ha compartido la presidenta del Club de Mar de Sitges, Gemma Marcé, durante la rueda de prensa previa a la firma conjunta del manifiesto. En su discurso, ha subrayado que han trabajado "por tierra, mar y aire" para "evitar la injusticia" que supone cerrar el Club y ha agradecido el apoyo|soporte de algunas instituciones y formaciones políticas. El acto de este lunes ha contado con la asistencia de la diputada de Junts en el Congreso de los Diputados, Pilar Calvo.
A su vez, el presidente de la Federación Catalana de Vela, Josep Maria Isern, ha lamentado que el caso del Club de Mar de Sitges es "uno más" de la serie de ataques que los clubs de deportes náuticos están recibiendo los últimos años. En este sentido, ha afirmado que los deportes de mar federados se encuentran en riesgo ante la persecución y eliminación sistemática de clubs deportivos por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), a través de la Demarcación de Costas de Catalunya. "La única cosa que pedimos es que los deportes náuticos tengan los mismos derechos e instalaciones que el resto de deportes", añade, como poder disponer de vestuarios para que los deportistas no se tengan que cambiar a pie de playa. Las 17 federaciones catalanas de deportes de mar han constituido una mesa de trabajo conjunta para defender su modelo deportivo.
Negociaciones "fructíferas" con el Gobierno
Isern ha explicado que la notificación les ha llegado después de meses de negociaciones "fructíferas" con el Gobierno y los diferentes partidos políticos para reformar el artículo 70 de la Ley de Costas y "tratar de convencer al ejecutivo español" de la singularidad de los clubs deportivos de mar catalanes. "Estamos muy decepcionados porque nadie del ministerio puede decir que no tuviera conocimiento de las negociaciones", ha apuntado.