Erik Cedeño (1994) llegó a Catalunya hace poco más de un año, proveniente del Ecuador. Nacido en Chones, un pequeño pueblo a la vera del océano Pacífico, estudió ciencia política y trabajó de profesor en un instituto en Quito. Allí conoció a su mujer, catalana de Sabadell. Se enamoraron y después de un tiempo viviendo allí, la delicada situación económica del país latinoamericano les empujó a emigrar a Catalunya a principios de 2024. Ahora los dos viven y trabajan en Rubí (Vallès Occidental). Erik ha aprendido un catalán muy correcto en tiempo récord y ahora participa como voluntario en Vincles, un proyecto de Òmnium Cultural donde es mentor para integrar personas recién llegadas y enseñarles la lengua en grupos de conversación informal. Conocedor de primera mano de la experiencia migrante en Catalunya, atiende a El Nacional en una conversación también informal donde habla de lengua, de integración, de empatía e incluso de política y de Dragon Ball.

¿Por qué ese cambio vital, desde Ecuador a Rubí?
Conocí a mi mujer en Quito hace cinco años, coincidimos haciendo un máster. Ella es nacida en Sabadell y el primer día se presentó diciendo que era de Barcelona. Pensé que hablaría catalán y me acerqué a charlar en catalán. Las palabras sueltas que conocía, muy básico. Flipó un poco. En adelante, empezamos a tener relación, primero de amistad y después la cosa fue cogiendo fuerza. En 2021 ya vine de viaje unos tres meses, para conocer su familia y la tierra. Aunque no es el habitual, porque suele ser que una persona del Tercer Mundo viene aquí, fue ella quien vino al Ecuador a establecerse. Allí, sin embargo, la cosa no se estaba poniendo bien, al fin y al cabo el país no tiene una buena economía, y decidimos instalarnos en Catalunya. Ella se avanzó primero, en agosto de 2023, y yo llegué en enero de 2024. En resumen, una historia de amor.

 

¿Cómo es que ya sabía algunas palabras en catalán entonces?
El primer acercamiento a Catalunya, a su historia y su política, fue en 2014. Estaba estudiando ciencias políticas en mi país. Tenía un profesor, antropólogo, que había vivido aquí y trabajado con personas sin papeles en la frontera. Tenía el diccionario de lengua catalana de Pompeu Fabra y se lo pedí para aprender. Solo tenía un conocimiento disperso.

¿Tenía alguna idea preconcebida, o algún prejuicio incluso, antes de venir?
Un poco sí, sobre la independencia y la relación entre Catalunya y España, o sobre la lengua. Me empecé a informar, por interés personal. Tenía que ver con lo que estudiaba.

Si hablas en catalán y te interesas por aprender e integrarte, los catalanes son de brazos muy abiertos

¿Y cómo ha sido el recibimiento y la adaptación?
Muy buena. La familia de mi mujer me facilitó las cosas. Nos hicimos pareja de hecho por el tema legal. Y estamos en Rubí, primero en un piso donde no pagábamos alquiler, que nos dejaron para que pudiéramos instalarnos un tiempo y tener los recursos para alquilar. Unas ayudas económicas y legales nos facilitaron mucho las cosas. Ahora estamos de alquiler, también en Rubí.

¿Alguna cosa le haya sorprendido de Catalunya?
Más allá de la cuestión política, la comida. El trato de la gente también, son muy abiertos. Aquí hay también una motivación personal, e incluso política, que es que si hablas catalán y te interesas al menos un poco por aprender e integrarte, son de brazos muy abiertos.

20250410 ERIC CEDEÑO VÍNCULOS OMNIUM CULTURAL / Foto: Montse Giralt
Erik este jueves en Barcelona / Foto: Montse Giralt

¿Hablando de la lengua, tenía presente que tendría que aprender catalán para moverse por aquí y trabajar?
Claro, para muchos trabajos te lo piden. No solo por eso, también por integración, para leer los carteles o para estudiar. Ahora estoy haciendo una Formación Profesional en integración social y todo el contenido es en catalán.

¿Ha sido un obstáculo que se lo ha dificultado todo un poco?
No ha sido un problema, sino una oportunidad. De integración, de ampliación de mis conocimientos de la lengua y la cultura. Aprendes a vivir y convivir en un lugar mediante, entre otros aspectos, la lengua. Ha sido un vehículo interesante y sutil de hacer vida y echar raíces aquí.

¿Y el proceso para aprender el idioma, ha sido difícil?
Antes de venir aquí ya lo hablaba un poco. Conozco otras lenguas románicas, y mi lengua materna es el castellano,así que se me hizo fácil. Una vez aquí, ahora me estoy sacando el C1 y ya va de aprenderlo de una manera más estructurada y profundizando en los aspectos lingüísticos. Si quieres aprender catalán de cero, lo encontrarás fácil.

¿Alguna palabra o expresión que lo haya parecido curiosa?
'Vatua l'olla!' Todavía no lo entiendo. La oí en Dragon Ball, la utilizan para denotar sorpresa.

Dragon Ball ha sido todo un fenómeno en Catalunya. Aproximó el catalán a varias generaciones, parece que todavía es así tantos años después
En Latinoamérica también lo es. Ver la serie de nuevo en catalán ha sido muy interesante. Las series, la publicidad, los dibujos animados, tienen este poder, en cualquier lengua. Vehiculan el aprendizaje de los más pequeños y los no tan pequeños.

El catalán no ha sido un problema, sino una oportunidad de integración

También le digo que Dragon Ball utiliza unas expresiones muy curiosas y que incluso muchos catalanes no conocemos
Yo siempre le pregunto a mi mujer qué significan o intento darle vueltas.

¿Ha podido apuntarse a algún curso de catalán? Siempre rebrota la polémica por las plazas insuficientes...
Al llegar me puse en contacto con el Consorci per a la Normalització Lingüística y me dijeron que no había sitio y que tenía que esperar unos cuatro o cinco meses, hasta mayo o junio. Así que me puse a aprender por mi cuenta con la plataforma Parla.cat, muy buena por cierto. Es una cuestión de recursos, pero también de voluntad política e institucional. Y también lo es aumentar las plazas no solo de los cursos más básicos, ya que se tienen que ofrecer cursos hasta el B2 o incluso el C1 para quien lo quiera o lo necesite. A veces pensamos que ya es suficiente con saber como expresarte, decir 'bon dia' y 'gràcies'; y no.

 

¿Ahora que lo entiende y lo habla con bastante dominio, cómo ha cambiado su vida aquí?
Ahora estoy estudiando, en catalán. Y sobre todo, han cambiado mis expectativas. Una lengua siempre te da oportunidades, en el mundo laboral o académico. Te da la oportunidad de hacer más cosas de cara al futuro, como hacer más estudios o entrar en la administración. Y me ha dado esta buena sensación que es expresarme libremente y hacerlo en catalán.

Lo usa en su vida cotidiana
Sobre todo en el trabajo. Hoy por hoy trabajo en un supermercado, en el Esclat de Rubí. Me han nombrado allí simbólicamente el embajador del catalán. Mis compañeros la mayoría son de aquí y hablan catalán evidentemente, pero a veces no lo utilizan entre ellos y cuándo los oigo les digo 'en català si us plau' [Ríe]. Yo que no soy de aquí es mi tarea, y me siento muy orgulloso de hacerlo.

Al llegar me puse en contacto con el Consorci per a la Normalització Lingüística y me dijeron que no había sitio y que me tenía que esperar unos cuatro o cinco meses

¿Por la calle le hablan habitualmente en castellano porque ven que es latinoamericano?
Eso le pasa a todo el mundo que no es de aquí o que tiene un aspecto no occidental. Se te dirigen en castellano. Pero bueno, habitualmente cambio al catalán cuando veo evidentemente que son personas que lo hablan o lo pueden hablar.

No solo ha sido un aprendizaje en tiempo récord del idioma, sino que también hace de "mentor" a otras personas recién llegadas. Explique un poco qué hace en Vincles con Òmnium
Me apunté en octubre del año pasado como voluntario. Es un espacio de aprendizaje informal, para promocionar el uso social de la lengua catalana. Hacemos sesiones de una hora uno o dos veces a la semana. Personas de aquí o que hablan el catalán se lo enseñamos a personas recién llegadas que lo quieren aprender o quieren mejorar. Son sobre todo madres de otros países que tienen aquí sus hijos y quieren ayudarlos a hacer los deberes o intervenir en las reuniones en las escuelas y relacionarse con los otros padres y los profesores. Me interesó desde un primer momento el proyecto.

20250410 ERIC CEDEÑO VÍNCULOS OMNIUM CULTURAL / Foto: Montse Giralt
Erik este jueves en Barcelona / Foto: Montse Giralt

Sabe que Òmnium tiene una entidad política determinada muy marcada, entiende que puede parecer curioso que dado su perfil esté metido
Sí, sigo las noticias y las publicaciones que hacen. Me parece muy interesante que entidades de la sociedad civil y el ámbito privado hagan cosas para promover la lengua. Comparto muchas de las ideas que tienen.

Usted es politólogo de formación. ¿Me haría un análisis del conflicto político en Catalunya?
Es complicado, hay muchos puntos de vista [Ríe]. A mí la independencia me parece clave porque instaurar un Estado catalán sería muy útil. Te da herramientas para reforzar cultura, lengua y nación. Creo que la dependencia o vínculo forzado con el Estado español debilita Catalunya.

¿Cómo siente ahora su identidad, ecuatoriano-catalán?
Siempre tendré los rasgos propios que ya traía, me consideraré ecuatoriano, de izquierdas... Pero a lo largo de la vida vas incorporando cosas nuevas y ahora puedo decir que me siento catalán. Cuando menos, me gusta la cultura catalana, me siento muy de aquí y quiero seguir haciendo vida aquí.

Me decía que el recibimiento ha sido bueno, con los brazos abiertos. ¿Le inquietan ciertos discursos que últimamente soplan de Ripoll?
Es complicado, creo que todo el mundo se tendría que integrar. Y la gente se integra. Mis aprendices [en el programa Vincles] son todas de Marruecos. Hace tiempo que están aquí y no han tenido la oportunidad de aprender el catalán antes, pero ahora lo están haciendo. Eso denota integración. Hay voluntad, de mucha gente de los países árabes, de América Latina o de todas partes. Lo que tendría que haber son más oportunidades, más herramientas institucionales que faciliten la integración. En un sentido cultural y laboral. Como más cursos de catalán. No solo es una cuestión de voluntad; la voluntad propia de la gente y el sistema tienen que ir juntas.

Hay voluntad de integración de mucha gente de los países árabes o de América Latina, pero hacen falta más herramientas institucionales que lo faciliten

¿Hay falta de empatía con el recién llegado?
Eso pasa en todas partes, cuando llega gente de fuera que quizás no comparte los mismos valores e ideas. Responde a una cuestión de miedo y de ignorancia hacia lo que en un principio no se conoce. Su historia, su trayectoria, que muchas veces sufren... No vienen aquí a molestar a la gente. Hay historias tristes, muy duras. Lo único que necesitan es una oportunidad para desarrollarse. Y qué mejor manera de hacerlo que facilitando su integración.

 

¿Qué planes de futuro tiene, se ve viviendo en Catalunya muchos años?
Eso espero. Me gustaría hacer vida, cultura e incluso política en el futuro. Le decía el otro día a mi jefe que quiero contribuir a 'catalanizar' a los latinoamericanos que vengan. Ya me pongo, de hecho, a disposición de algunos compañeros.

¿Se ve en política, entonces? ¿Desde la sociedad civil o en algún partido?
Sí, por un lado en entidades. Además de Vincles, también participo con el proyecto de mentoría de la Fundació Bofill. Y en el plano más político, no sé si puedo decir aquí eso...

Puede decir lo que quiera
Personalmente comparto los valores y las ideas de Junts. Es el partido político que me parece más interesante, por la independencia. Otras formaciones también tienen sus cosas positivas.

¿Algún mensaje que quiera enviar para acabar?
Defender el catalán y la cultura, con los brazos abiertos, con tolerancia y con empatía.