Los Mossos d'Esquadra han interpuesto una quincena de denuncias a particulares por el uso inadecuado de drones con hasta recreativos en el primer cuatrimestre del 2019, hecho que supone una denuncia por semana y un aumento significativo con respecto a 2018, cuando en todo el año se abrieron 23 expedientes sancionadores.

Los avances tecnológicos, la reducción de precios y su variedad de usos han facilitado la proliferación de drones en todo el territorio catalán, y en especial a la ciudad de Barcelona, donde se detectan una media de cien vuelos semanales, ha explicado en una entrevista con Efe el responsable de la Unidad Técnica de Seguridad Aérea de los Mossos d'Esquadra, Miquel Tripiana.

Limitaciones y multas

En Madrid, según ha detallado el responsable policial, el colectivo más sancionado para no seguir la normativa vigente en relación con esta herramienta es el de los turistas que, aunque con sus acciones recreativas "no ponen en riesgo a la sociedad", hacen volar sus drones a alturas superiores a los 40 metros, lo cual que es ilegal.

En este sentido, Tripiana ha insistido que, aunque "no haya que tener ningún tipo licencia, permiso o seguro" para usar los drones en actividades lúdicas, sí que "existen una serie de limitaciones" que el usuario tiene que respetar. Por ejemplo, el piloto no puede elevar el dron además de 20 metros del suelo y, en el caso de hacer fotografías o vídeos, tiene que cumplir la Ley de Protección de Datos, el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen de terceros.

"Utilizar drones de un peso superior a los 250 gramos y hacerlo volar por el espacio aéreo controlado (CTR) son las infracciones más habituales", ha concretado el responsable de los Mossos.

Si se hace un uso indebido de los drones, las multas a particulares pueden oscilar, dependiendo del grado de peligrosidad, entre los 60 y los 225 euros en el caso de los drones recreativos, mientras que la multa puede subir hasta los 4,5 millones de euros para los profesionales.

Drones con hasta profesionales

El escenario de los drones con un fin profesional es diferente: desde la entrada en vigor, en el 2017, de la última normativa reguladora en España, los pilotos profesionales pueden actuar al espacio aéreo controlado, aunque necesitan trabajar en una empresa operadora que esté dada de alta en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), así como tener un certificado de conocimientos teóricos y prácticos.

"Estos mismos requisitos también son necesarios para hacer volar un dron de noche, por encima de personas y en ciudades", ha concretado Tripiana, que además ha indicado que los profesionales tienen que comunicar su actividad al Departamento de Interior de la Generalitat con diez días de antelación, aunque la policía puede denegar su petición.

Una nueva normativa

Actualmente, AESA tiene registrados unos 4.600 drones profesionales en España, 6.400 pilotos y 3.600 empresas operadoras dadas de alta en el Ministerio de Fomento, 800 de las cuales tienen sede en Catalunya. En cambio, de los drones recreativos no hay "ningún tipo de control", aunque en junio saldrá una nueva normativa europea "que obligará a que todos los drones, incluidos los recreativos, tengan una matrícula electrónica y estén registrados", ha añadido el responsable policial.

Al margen de los particulares, los drones también se han incorporado al cuerpo de los Mossos d'Esquadra que, desde 2012, los utilizan como un complemento en el helicóptero, sobre todo en reconstrucciones de accidentes de tráfico, en la investigación de accidentes aéreos y en grandes acontecimientos "como en manifestaciones o durante el Mobile World Congress de Barcelona".