Marcharse de Erasmus y desear volver a tu casa solo unos días después. Es la sensación que tienen muchos estudiantes españoles que se han marchado a estudiar unos meses a Ferrara, una ciudad en el nordeste de Italia. Ferrara es, sobre el papel, una ciudad universitaria. Sin embargo, según lo que recriminan los estudiantes españoles que han ido, eso no es así. Sobre todo con respecto a la hospitalidad. Y es que estos estudiantes del Estado español que han obtenido una beca Erasmus para una estancia de estudios a Ferrara denuncian la desesperación que supone conseguir alojamiento en la ciudad.

Si hace unas noches a alguien se le hubiera pasado por la cabeza dar un paseo por la estación de tren de Ferrara, le habría costado encontrar un banco libre. Los mismos estudiantes lo admiten: "No teníamos otras opciones", comenta Victoria, una joven madrileña, que señala que "la alternativa era dormir en la calle". En declaraciones a la SER, esta estudiante española y muchos más denotan su malestar, relatando la dureza de los días durmiendo en la calle, en las estaciones o bien pagando un dineral por una habitación de hostal. No encuentran un sitio para vivir a Ferrara y temen tener que volver a sus casas si no encuentran una solución.

"Nos cierran las puertas por ser españoles"

Las inmobiliarias les niegan los pisos: por ser estudiantes y algunos directamente por ser españoles. "Estas inmobiliarias nos cierran las puertas en la cara al saber que somos españoles", asegura Javier Marín, uno de los afectados. De hecho, va más allá: "Os mentiría si os dijera que estoy bien", apunta en el diario andaluz NIUS. Para este estudiante este era el último año de la carrera. Le recomendaron ir a Ferrara y no se lo pensó dos veces. "El derecho italiano es muy similar al español", describe. Desde que supo que iría el mes de febrero pasado, el joven ha intentado conseguir alojamiento en la ciudad. "Desde España era imposible, nadie te cogía el teléfono", explica Javier.

Muchos estudiantes se encontraban con que a una semana de iniciar el curso no tenían alojamiento, pero sí un curso universitario para empezar. Ante este hecho, muchos decidieron viajar a su ciudad de destino en Italia, y una vez allí encontrar vivienda más fácilmente. Una vez en Ferrara la cosa no mejoró nada. Javier confiesa su testimonio: "He recorrido 50 kilómetros en dos días visitando medio centenar de inmobiliarias y no he encontrado nada más que rechazo". "Ni siquiera te atienden, te echan de malas maneras cuando dices que eres estudiante español", narra el estudiante.

La situación en Roma es idéntica

Esta precaria situación, sin embargo, no es exclusiva de Ferrara. En Roma, muchos estudiantes españoles se encuentran con un panorama bastante parecido. El estudiante Francisco Peñalver apunta cuál es el trato que reciben: "Cuando ven que el teléfono es español o extranjero, no lo cogen". El joven de Erasmus en la ciudad italiana cree que el prefijo español asusta a las inmobiliarias: "No sé si los españoles tenemos mala fama como inquilinos". Según lo que señala en la televisión pública española, Peñalver relata que en su grupo de WhatsApp son 120 estudiantes de Erasmus y ninguno encuentra un alojamiento en la capital italiana.

Con sus experiencias ponen en alerta a los otros estudiantes de Erasmus que faltan por llegar. Aunque los que ya están, empiezan a plantearse hacer las maletas y volver a casa."O volvemos a España o seguiremos durmiendo en las estaciones de tren", explican cansados los estudiantes, que esperamos encontrar una solución pronto para "no perder todo un curso entero".