"Esperamos abrir al principio de junio", pronostican responsables de la cadena de gimnasios DiR. Las primeras previsiones son "la segunda quincena de junio", dice Rafael Cagigós, director del Metropolitan Balmes.
"El sector del ocio y el deporte, y en particular los clubs de fitness, creo que serán los últimos a abrir porque son sitios de mucho contagio. Se trabaja mucho de cuerpo a cuerpo, se comparten lavabos y duchas, puede ser que no podamos volver a abrir con normalidad hasta el septiembre", sentencia, en cambio, David Jaume, director del Gimnasio Squash Igualada.
También está de acuerdo con esta percepción Ernest Morera, que se encarga de la dirección de relaciones ciudadanas del Gimnasio Social Sant Pau. Antes de esta fecha puede ser que tengamos que abrir con reducción de aforo y actividades. Si eso sucede, sobrarán trabajadores. La pregunta es: ¿quién resistirá hasta septiembre?", deja en el aire Jaume.
Todos los centros deportivos con los cuales ha hablado EFE para este reportaje han tenido que hacer un ERTE por culpa del estado de alarma decretado por la pandemia del coronavirus.
Todo tipo de clubs
Algunos, como el Metropolitan y el DiR, son cadenas. De otros, como el Club Natación Sabadell (el segundo club deportivo de Catalunya con más socios, con más de 20.000) y el Gimnasio Squash Igualada, son privados, aunque de dimensiones muy diferentes, y uno último, el Gimnasio Social Sant Pau, es una cooperativa con una función social profunda.
El lunes se cumplirá un mes que permanecen cerrados y las primeras consecuencias ya se han manifestado de forma virulenta. Excepto el Club Natación Sabadell, el resto ha decidido congelar las cuotas de los socios hasta que se reabran los centros (los gimnasios DiR han puesto en manos de los socios si pagar la cuota o no, o hacerlo con un descuento).
"Aunque el club esté cerrado, hay unos gastos fijos altos en una instalación de prácticamente 50.000 metros cuadrados", explican fuentes del centro deportivo vallesano.
"Pero, aparte, es una obligación legal de mantener las cuotas porque así lo dicen nuestros estatutos. En un club como el nuestro, las cuotas sirven para el adecuado sostén del proyecto social y deportivo que se desarrolla, de su patrimonio y de las instalaciones que gestionamos", argumentan.
El Gimnasio Social Sant Pau ya estaba en una delicada situación económica (hace poco menos de un año estuvo a punto de cerrar por este motivo y ahora estaba a la espera de un recurso para evitar el desahucio) antes de la pandemia del coronavirus y esta se ha convertido en una grave complicación más en su ajetreada vida.
"Ahora nuestra situación económica es dramática. De momento, estamos buscando las energías para contrarrestar con formas de financiación que puedan hacer frente a los gastos estructurales que seguimos teniendo aunque la actividad esté parada", dice Morera.
"Hay mucha incertidumbre, estamos llevando a cabo una gestión especial de la caja, con un control muy alto de los gastos, y hemos hecho una contracción muy severa del presupuesto en resultados", explica Cagigós, de la cadena Metropolitan. "Durante el tiempo que estemos cerrados poco podremos hacer para mejorar la situación económica", exponen fuentes del DiR.