El Ayuntamiento de Vic ha propuesto este jueves que los municipios “tensionados demográficamente” sean los que tengan las competencias para decidir quién puede empadronarse. Así lo ha reclamado el alcalde de la capital de Osona, Albert Castells, que en una atención a los medios ha vuelto a alertar sobre la presión que está provocando el aumento de la población en la ciudad, que tiene efectos como el “colapso” en el sector educativo, ya que no han crecido al mismo ritmo que la cifra de censados. Según el Instituto Nacional de Estadística, Vic ya ha sobrepasado oficialmente el umbral de los 50.000 habitantes, una cifra que supone un aumento del 68% en los últimos 30 años, más del doble que la media catalana. Castells considera que es necesario mover ficha para ser capaces de detener este ritmo tan acelerado y, por este motivo, pide que los municipios tensionados tengan “autonomía” sobre el padrón, ya que esto evitaría el efecto llamada. 

Castells ha enviado una misiva al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, para abordar esta cuestión en un momento en que, para ser exactos, Vic tiene un total de 50.796 habitantes. Esta cifra sitúa la ciudad en la posición 24 de las ciudades de Catalunya en número de personas. Superar el umbral de los cincuenta mil comporta grandes cambios para la localidad, como el aumento del número de concejales, que pasará de 21 a 25, o cambios en la adjudicación de ayudas correspondientes a baremos de habitantes, beneficioso en algunos casos, pero en otros también se recibirá menos dinero. Solo durante el último año, la localidad ha sumado 1.266 personas al censo.

Es en este contexto cuando Castell ha decidido que era el momento de lanzar un grito de alerta para alertar de los efectos que él considera que tiene el aumento acelerado de población, por ejemplo, en lo que respecta a la gestión de servicios. “Si hablamos de que la Catalunya de los ocho millones está saturada, pues imaginad qué no debe pasar en la ciudad de Vic, que ha crecido el doble que el país en los últimos 30 años”, ha dicho el alcalde, que está preocupado por la calidad de unos servicios que no están dimensionados para la gran cantidad de gente que va llegando.

El alcalde de Vic, Albert Castells, atiende a los medios de comunicación / ACN

Asimismo, el alcalde de Vic se ha mostrado consciente de que no hay soluciones "fáciles" para un problema que considera "complejo". Es más, ha reconocido que la llegada del flujo mundial de inmigración hacia Europa es "humanamente comprensible". Sin embargo, Castells considera que son necesarias "soluciones en el ámbito local" para "equilibrar" la población según los recursos del municipio. "Sin los recursos necesarios desde la administración local, si no afrontamos este reto, tendremos problemas graves de gestión", ha señalado antes de reiterar que la situación es "de emergencia sociodemográfica".