Los retos medioambientales a los que se enfrenta el mundo son inmensos. Las cumbres que se han hecho para abordar el cambio climático y los compromisos contraídos por los diferentes países participantes no han conseguido la consecución de objetivos tangibles. Hay un consenso mundial sobre el mal progreso que el mundo, en su conjunto, hace con respecto a la lucha contra el cambio climático. Ya no es que cada vez haga más calor en invierno, el problema que el cambio climático supone para el mundo es la desaparición de las estaciones y, por lo tanto, una amenaza para la agricultura que, a su vez, puede suponer una transformación brutal que haga imposible la civilización tal como la hemos entendido hasta ahora. Algunos expertos han advertido que si no se revierte la situación, el holoceno es lo que queda terriblemente amenazado, es decir, la segunda época del cuaternario, datada entre hace 10.000 años y el momento actual, justo cuando se empezaron a dar las condiciones que hicieron posible la agricultura.
❓Claves para entender la cumbre del clima COP30 que arranca en Brasil: ¿qué está en juego?
Desde hace años los países intentan reducir las emisiones para poner freno a los efectos del cambio climático. Todo esto se hace luchando contra la industria de los combustibles fósiles. Esta industria tiene también representantes en la cumbre del clima de la ONU, la conocida como Conferencia de las Partes (COP), que este año celebra su trigésima edición en la ciudad de Belém, en el Brasil. A pesar de las urgencias que el mundo tiene para redefinir nuevas estrategias que consigan detener las cada vez más evidentes consecuencias del cambio climático y el combate que se debe librar contra discursos negacionistas, la conferencia acoge un ejército de lobistas de los combustibles fósiles, según ha denunciado la organización Kick Big Polluters Out (KBPO). Las cifras de esta entidad no dejan ningún tipo de duda sobre la incidencia que intenta tener la industria en esta cumbre: uno de cada 25 asistentes a la COP30 son lobistas de la industria.
Los lobistas, un ejército
Un análisis en detalle de los participantes en la conferencia revela que los lobistas de combustibles fósiles superan significativamente en número a casi todas las delegaciones nacionales con presencia en la cumbre. Brasil, que es el país anfitrión, es el único que ha enviado más personas (3.805). Los lobistas superan en casi 50 a 1 al número de delegados oficiales de Filipinas, país que sufre el azote de tifones. También han enviado más de 40 veces el número de representantes que Jamaica, que se recupera de los estragos del huracán Melissa. Además, los lobistas han recibido dos tercios más de acreditaciones para la conferencia que todos los delegados de los 10 países más vulnerables al clima juntos (1.061).
Estos datos han servido a los activistas para advertir que las negociaciones, que se celebran hasta el próximo 21 de noviembre, deben preservarse ante las influencias de la industria. Este año más que nunca si se tiene en cuenta que la proporción de lobistas ha aumentado considerablemente respecto a ediciones anteriores.