El retorno de los Estados Unidos a la Luna después de más de 50 años no ha contado con el éxito esperado. El módulo Odiseo cayó de lado al llegar a la Luna y este hecho ha provocado un cambio de planes. La compañía Intuitive Machines ha detallado que los ingenieros de control de vuelo esperan perder el contacto con la nave este mismo martes, lo que supondría interrumpir la misión solo 5 días después de su aterrizaje. La compañía ha reconocido que la caída limita el tiempo de carga de las baterías, y, por lo tanto, se acorta su misión en la Luna. "Los controladores de vuelo pretenden recoger datos hasta que los paneles solares del módulo de aterrizaje dejen de estar expuestos a la luz. Basándonos en la posición de la Tierra y la Luna, creemos que los controladores de vuelo seguirán comunicándose con Odiseo hasta el martes por la mañana", ha señalado la compañía. Lo que supone 2 o 3 días menos de lo que estaba previsto inicialmente.

Errores humanos

La previsión de la compañía de tener que acortar la misión ha surgido a raíz de los nuevos detalles sobre los posibles errores humanos que podrían haber provocado un fallo durante el vuelo de los telemetros guiados por láser de la nave espacial antes de su aterrizaje el jueves pasado. Un funcionario de Intuitive Machines ha detallado que la pérdida de los buscadores de distancia derivó de la decisión de la empresa de renunciar a hacer una prueba previa al lanzamiento del sistema láser para ahorrar tiempo y dinero durante las comprobaciones previas al vuelo de Odiseo al Centro Espacial Kennedy de la NASA a Florida. "Sin duda, había cosas que podríamos haber hecho para probarlo y dispararlo. Habrían consumido mucho tiempo y hubiera sido muy costoso", ha afirmado Mike Hansen, jefe de sistemas de navegación de la compañía, en una entrevista el sábado para Reuters. "Así que era un riesgo que como empresa reconocimos y asumimos".

El consejero delegado de Intuitive Machines, Steve Altemus, reconoció que la nave "se enganchó con un pie en la superficie, se inclinó y aterrizó de lado". En el momento de aterrizar en la Luna, ya hubo una larga espera que apuntaba a algún error. Sin embargo, el módulo ha estado al menos unos días operativo. Incluso en las mejores circunstancias, Odiseo solo tenía 1 semana para operar en la superficie antes de que llegara la larga noche lunar. Los ejecutivos de Intuitive Machines especularon que la velocidad de avance de la nave espacial en el aterrizaje, aproximadamente el doble de lo que se esperaba, podría haber sido un factor de traspié. Pero no se sabe si el uso de los telemetros láser originales podría haber marcado la diferencia. La postura lateral de la nave limitaba la cantidad de exposición de sus paneles solares a la luz solar, necesaria para recargar sus baterías. Además, dos de sus antenas estaban apuntando hacia tierra, impidiendo así las comunicaciones con el aterrador. Según la NASA, el módulo de aterrizaje acabó en un pequeño cráter degradado con una pendiente de 12 grados. Pese al contratiempo, es lo más cerca que una nave espacial ha estado nunca del polo sur lunar.

Intuitive Machines ha dicho que gastó aproximadamente 100 millones de dólares en el aterrizaje y que recibió 118 millones de dólares de la NASA en el marco del programa de servicios de carga útil lunar comercial de la agencia.