Hemos llegado a septiembre y parece que los problemas para dormir a causa del calor se acaban, pero este verano ha sido especialmente infernal con respecto a las temperaturas durante la noche. Barcelona ha roto el récord de noches tórridas durante estos últimos meses, desde el 1 de junio hasta el 31 de agosto, según un informe de la ACN. La estación meteorológica del Meteocat del barrio del Raval ha contado 36 noches donde la temperatura no ha bajado en ningún momento de los 25 °C, una cifra que no se había registrado ni en las dos décadas de datos en este punto, ni en ninguna otra estación por todo el país este siglo. Además, 88 de las 92 noches en el Raval han sido tropicales —nunca por debajo de los 20 grados—, cosa que iguala el récord del 2022. Eso por lo que se refiere a las noches, pero con respecto a las temperaturas durante el día, en estos tres meses, en el conjunto del país se ha pasado de los 35 grados en dos de cada tres días, un hecho que solo había pasado tres veces en los 25 años de que llevamos de siglo. En 17 días se ha llegado a los 40 °C, cosa que iguala la cifra récord del 2001.
Dos olas de calor
Durante estos meses, se han producido dos olas de calor, la primera, entre el 20 de junio y el 5 de julio, y la segunda, entre el 9 y el 19 de agosto. La ola de calor de este agosto fue una de las más largas e intensas desde que se tienen registros, por detrás de las olas que se vivieron el mismo mes el año 2023 y en el 2003. Los termómetros han superado los 25 °C en una de cada tres noches de verano en el centro de Barcelona, con unas condiciones especialmente cálidas durante las dos olas de calor, en las que todas las noches fueron tórridas. La temperatura mínima de la madrugada del 11 de agosto fue de 28,6 °C al Raval y de 27,8 °C en el Observatori Fabra, y la del 16 de agosto fue solo de unas décimas menos. Así, el calor nocturno del centro también se ha vivido en otros puntos de la ciudad, pero en grado más bajo, ya que tanto el aparato situado en Collserola como el de Zona Universitaria han tenido que soportar solo ocho noches tórridas.
Hay que recordar que los meteorólogos clasifican las noches según la temperatura mínima registrada. Una noche tropical es cuando la mínima se mantiene por encima de los 20 °C. La noche tórrida marca un umbral más alto: la mínima igual o superior a los 25 °C. Existe una categoría superior, la noche candente (o infernal), cuando la temperatura no baja de los 30 °C. Las noches tórridas son cada vez más frecuentes, especialmente en zonas urbanas y cerca de la costa. Este fenómeno se asocia con problemas para dormir, insomnio y mayor malestar psicológico. El incremento de noches tórridas es un indicador de los efectos del cambio climático en la región mediterránea.
La noche más cálida del país
Pero mientras el Raval de Barcelona contó con 36 noches tórridas (25 °C), su récord, Portbou se acercó a registrar una noche candente (+30 °C). Fue el 29 de junio, y ha estado la noche más cálida por todo el país en todo lo que llevamos de verano. Así, el municipio ampurdanés se acercó a vivir la que habría sido la tercera noche candente —por encima de 30 °C— del siglo. En conjunto, entre junio y en agosto, Portbou vivió 10 noches tórridas, las mismas que El Prat de Llobregat en la zona del puerto. Badalona (Barcelonès) sufrió 16 —la segunda estación del Meteocat con más— y en Begues, en el Parque Natural del Garraf, 7, mientras que en Monistrol de Montserrat (Bages) han vivido cuatro. Una de ellas, la del 17 de agosto, con una temperatura mínima de 27,7 °C.
Noches tropicales y tórridas
Con respecto a las noches tropicales, el barrio del Raval de Barcelona ha registrado 88 de un total de 92 noches de verano, cosa que iguala el récord del 2022. Entre finales de mayo y el 11 de julio, la ciudad no vio el termómetro caer por debajo de los 20 °C en ningún momento durante una cuarentena de días consecutivos, incluyendo por primera vez la totalidad de junio. La circunstancia se volvió a dar entre el 26 de julio y el 20 de agosto. De nuevo, las condiciones nocturnas no fueron tan calurosas en otros puntos de la capital, con 56 noches tropicales en el Observatorio Fabra y el récord de 74 en la Zona Universitaria.
Otras zonas costeras, como las Terres de l'Ebre, también han visto un número significativo de noches entre junio y agosto con los termómetros por encima de los 20 °C. Es el caso, por ejemplo, del Illa de Buda (Montsià), donde eso ha sucedido en 80 ocasiones, y también de Tarragona (76), los Alfaques (75), en Amposta (74), o bien en l'Aldea (72). El pantano de Riba-roja (68) o la Ametlla de Mar (63) son otros ejemplos. Entre las otras localizaciones con muchas noches tropicales se encuentran la Costa Dorada, con Tarragona (76), Torredembarra (69), o puntos interiores próximos al área metropolitana como Granollers (57), Vilanova i la Geltrú (54) o Parets del Vallès (54). El Empordà también aparece al ranking en lugares destacados, con Portbou (62), Roses (53) o bien el pantano de Darnius-Boadella (37).
Por encima de los 40 °C en 17 ocasiones
Pero con respecto a las temperaturas absolutas registradas durante el día, se han superado los 40 °C en 17 ocasiones entre junio y en agosto en algún punto del país. Eso solo había pasado una vez, en el 2001, en este siglo. Además, se han superado los 35 °C en dos de cada tres días de verano, cosa también infrecuente. La máxima del verano ha sido de 43,8 °C a Vinebre, un registro que, dejando de lado el 18 de julio del 2023, en qué se registraron 45,1 °C en Navata y en el pantano de Darnius-Boadella y varias estaciones pasaron de los 44 °C, iguala la marca más alta nunca registrada por una estación meteorológica del Meteocat. De hecho, la temperatura llegó en los 40 °C en 12 ocasiones en el municipio ebrense, una circunstancia nunca registrada en Vinebre y que hacía 24 años que no se daba a ningún punto de medida por todo el país.
En total, una cincuentena de estaciones han llegado a los 40 °C, del total de las 186, cosa que supera las 45 del año pasado, pero queda lejos de las 99 del 2023, el año que se batió el récord de punta de calor. Este verano, varios puntos de las comarcas de Ponent han llegado a estos registros, como Torres de Segre (máximo de 41,8 °C), Lleida ciudad (41,8 °C), Vilanova de Segrià (40,6 °C) o la Granadella (40 °C). En el interior de la demarcación de Tarragona el calor también ha sido notable, con la punta de 43 °C de Torroja del Priorat o la de 42,2 °C de Ascó.
Uno de cada tres días en lluvia a una treintena de puntos
El informe de la ACN realizado con los datos del Meteocat, también recoge las precipitaciones que han marcado algunos días de verano. En dos de cada tres estaciones del Meteocat, las lluvias han estado más abundantes que en la media de los últimos diez años (2016-2025). Además, en una veintena de localizaciones han caído más litros por metro cuadrado que en ningún otro verano de la última década.
El Pirineo ha tenido una estación especialmente lluviosa, con los 446 litros por metro cuadrado de la estación de alta montaña de Lac Redon, en la Vall d'Aran, la máxima del país y el récord también histórico de este punto. En Espot, a 2.519 metros, han registrado 422, mientras que en Molló, en el Ripollès, los 397 litros también sitúan la estación por encima de la media. Sort (308 litros), La Seu d'Urgell (293) o Puigcerdà (273) también lo están, así como el Pont de Suert (236). Las precipitaciones también han sido intensas en la Catalunya central, con registros por encima de los valores de los últimos años en Guardiola de Berguedà (389), Gisclareny (358) o Castellar de n'Hug (320).
Entre la veintena de estaciones con el máximo de la década se encuentran Valls (390), Anglès (257) o Solsona (243), mientras que en una treintena de puntos ha llovido a uno de cada tres días de verano o más. El máximo se ha dado en Tírvia (Pallars Sobirà), con 41 días pasados por agua, a uno más que a Vielha, Lac Redon, Das, Castellar de n'Hug y Guardiola de Berguedà.
La alta pluviometría estival ha ido en detrimento de la irradiación solar, con ocho de cada diez estaciones por debajo de la media de la última década. Este año no se ha batido ningún récord en este indicador, y el máximo registrado ha sido de 34,6 MJ/m² —la unidad de medida que utiliza Meteocat—, un valor por debajo de los 34,8 del año pasado y también sin llegar a los más de 35 de los años 2019 y 2020.