Collserola afronta días excepcionales. El parque natural continúa blindado tras la detección de casos de peste porcina africana en jabalíes, un brote que ha activado un dispositivo sin precedentes y ha obligado a la movilización de centenares de efectivos de ámbito autonómico y estatal."Estamos en alerta sanitaria, el país se juega mucho. El ser o no ser los próximos años", avisa el conseller de Agricultura, Pesca y Alimentación, Òscar Ordeig.

Aunque la enfermedad no afecta a los humanos, su alta mortalidad en jabalíes y el riesgo para el sector porcino han obligado a medidas drásticas. Los accesos principales están controlados desde hace días por Agentes Rurales, Mossos y voluntarios de Protección Civil. Varios caminos han quedado cerrados y las actividades de ocio, como las carreras, ciclismo, paseos con perros sueltos o recogida de setas, están temporalmente prohibidas. “La prioridad es frenar la expansión del virus y proteger tanto la fauna salvaje como el sector porcino”, remarcan desde el Departamento de Acción Climática.

Un dispositivo de más de 400 efectivos y un rastreo palmo a palmo

La magnitud del dispositivo es notable, ya que más de 400 profesionales trabajan esta semana en el parque, incluyendo Mossos d’Esquadra, Agentes Rurales, policías locales, la Guardia Urbana y efectivos de la UME, que han incorporado 117 agentes y 25 vehículos. El conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, ha destacado que es “muy importante” el trabajo de estos días porque “está en juego el impacto económico, social, territorial y reputacional”.

El terreno de Collserola se ha dividido en cuadrículas de 300 metros y cada equipo las revisa “palmo a palmo”, tal como ha explicado Lluís Pallarès, jefe del Área de Grupos Especiales de Agentes Rurales. Además de patrullas nocturnas, se utilizan drones y trampas de captura masiva para evitar que los jabalíes salgan del perímetro afectado de 20 kilómetros. “La prioridad número 1 es que ningún jabalí entre en el circuito de la alimentación de las granjas”, ha remarcado Pallarès. Hasta ahora se han encontrado unos 40 jabalíes muertos, con dos positivos confirmados y ocho casos sospechosos en análisis. Las 39 granjas de la zona, sin embargo, continúan dando negativo.

Un origen “muy probable”: un embutido contaminado

La principal hipótesis sobre el origen del brote de peste porcina africana en jabalíes del Parque Natural de Collserola es que hayan entrado en contacto con comida contaminada. En concreto, un bocadillo de embutido con presencia del virus que se haya dejado en algunas basuras en las que los animales hayan hurgado. Así lo ha apuntado este lunes el conseller de Agricultura, Pesca y Alimentación, Òscar Ordeig, que considera que es "muy probable" que este sea el origen de la infección, si bien todavía no se sabe bien de dónde viene y por qué ha reaparecido después de 30 años sin el virus en Catalunya. La enfermedad es muy contagiosa y, aunque no afecta la salud de las personas, sí que la pueden transmitir si se entra en contacto.  

Restricciones que algunos ciudadanos todavía incumplen

A pesar de los controles, este domingo mucha gente accedió igualmente al parque. Varios voluntarios admiten que “no dan abasto” para cubrir todos los accesos. Algunos visitantes aseguraban desconocer las restricciones; otros, directamente las incumplían. “No estamos aquí para poner multas, sino para informar y decir que estamos en alerta sanitaria”, ha recordado Ordeig. El 112 recibió ayer **125 llamadas relacionadas con jabalíes muertos** o sintomáticos, y desde el sábado ya suman **384**.

El impacto económico: exportaciones en riesgo

El brote ha comportado el cierre temporal de las exportaciones porcinas a países de fuera de la UE, un sector que solo en Catalunya representa unos 1.000 millones de euros anuales. El conseller y el ministro Luis Planas han pedido “tranquilidad” en cuanto al consumo de carne y productos derivados y trabajan para que la regionalización del brote permita reabrir mercados lo antes posible. “Cuando cierra un mercado, alguien lo ocupa; nos tenemos que mover muy rápido”, ha remarcado Ordeig. Y ha concluido afirmando que el objetivo es “que dure el mínimo posible para recuperar las exportaciones” con más de un centenar de países.