Boston, 17 de julio. Estadio a reventar, Coldplay sonando en todo su esplendor, y una 'kiss cam' que desató una tormenta sentimental con sabor a Silicon Valley. Andy Byron, director ejecutivo de la compañía tecnológica Astronomer, ha decidido romper su silencio tras ser pillado en actitud cómplice y romántica con Kristin Cabot, directora de Recursos Humanos de la misma empresa. Y no, ella no es su mujer.

Las pantallas del estadio mostraban a Byron abrazado con Cabot, sonrientes, cómplices, como si estuvieran en su propia película romántica… hasta que notaron que todo el estadio los estaba viendo. Él se agacha para evitar la cámara y ella se gira tapándose la cara. Chris Martin, líder de la banda, intentó salir del paso con una broma inocente: “O están teniendo una aventura… o son muy tímidos”. La realidad era más cruda.

¿Quién es Andy Byron, el CEO de Astronomer?

Andy Byron es el líder de Astronomer —empresa especializada en gestión de equipos de datos y valorada en más de 1.300 millones de dólares— desde hace dos años. Antes de ocupar su actual cargo, fue presidente de Lacework entre 2019 y 2022, y posteriormente ejerció como asesor de la misma compañía, según indica su perfil en LinkedIn. Su experiencia también incluye puestos ejecutivos clave como director de ingresos en Cybereason y Fuze, así como cargos en Vericenter y BMC Software.

En el ámbito personal, está casado con Megan Kerrigan Byron, madre de sus dos hijos, y con quien hasta ahora mantenía una imagen pública discreta y sin sobresaltos... hasta ahora.

Por su parte, Kristin Cabot, la mujer con la que fue captado en actitud cómplice, lleva nueve meses como directora de recursos humanos en Astronomer. En su perfil profesional destaca que ha logrado “ganarse la confianza de empleados de todos los niveles, desde el CEO hasta asistentes”. Según información de medios como The Sun y usuarios en Reddit, Cabot también está casada, lo que añade una nueva capa de tensión al ya mediático escándalo.

Kristin Cabot, la amante de Andy Byron

Comunicado de Andy Byron tras el concierto de Coldplay

Con el vídeo arrasando en redes, Byron ha intentado contener el tsunami mediático emitiendo un comunicado en el que reconoce su infidelidad y el daño causado. “Lo que se suponía que sería una noche de música y alegría se convirtió en un error profundamente personal que se desató en un escenario muy público”, ha confesado. A continuación, ha pedido perdón a todos los frentes: “Quiero disculparme sinceramente con mi esposa, mi familia y mi equipo de Astronomer. Merecen algo mejor de mí como compañero, como padre y como líder”.

Pero el comunicado también tiene su parte de reproche. Byron apunta, sin mencionarlo directamente, a la banda o al evento como responsables del linchamiento mediático que ha sufrido: “Quiero expresar lo preocupante que es que lo que debería haber sido un momento privado se haya hecho público sin mi consentimiento. Respeto a los artistas y al público, pero espero que todos podamos reflexionar más profundamente sobre el impacto de convertir la vida de otra persona en un espectáculo”.

La respuesta del público no se ha hecho esperar: miles de usuarios le han recordado que si besas a tu amante en un estadio lleno de móviles y cámaras, no puedes culpar a nadie más que a ti mismo. Ante la dimensión del escándalo, Coldplay ha anunciado que en sus próximos conciertos habrá una “zona libre de cámaras”, en un intento por evitar futuros shows no musicales.

Comunicado de Andy Byron

Su esposa desaparece de redes mientras él cita a Coldplay para justificarse

Como broche final del comunicado, Byron se pone lírico y cierra con una referencia directa a una de las letras más icónicas de Coldplay: “Como cantó una vez un amigo: ‘Las luces te guiarán a casa y encenderán tus huesos, y yo trataré de arreglarte’”, en referencia a Fix You. Para muchos, demasiado tarde. Para otros, postureo emocional.

Mientras tanto, Megan Kerrigan Byron, esposa del CEO, ha optado por desaparecer del foco mediático: cerró su cuenta de Facebook tras recibir una avalancha de mensajes tras la viralización del vídeo. Según ha publicado Newsweek, Megan y Andy Byron residen en Nueva York con sus dos hijos y siempre han mantenido un perfil bajo, sin apenas presencia activa en redes sociales. La pareja también posee una lujosa propiedad en Massachusetts, precisamente el estado donde se grabó el ya célebre vídeo.