El volcán de La Palma ha abierto otra boca eruptiva a unos 400 metros al norte de la boca principal. Así lo ha confirmado en declaraciones a la Televisión Canaria Manuel Nogales, delegado del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
"Esto no es una buena noticia porque cabe la posibilidad de que nuevas infraestructuras se vean afectadas", ha indicado, ya que con la apertura de la nueva boca la lava discurre por otro camino nuevo.
Fase más explosiva
La lava sigue fluyendo hacia el mar y alimenta el nuevo delta que ha creado en la costa canaria, que por ahora ya mide unas 17 hectáreas, y ante las pocas perspectivas de que la erupción finalice en las próximas horas, es posible imaginar que crecerá todavía más. Es más, el volcán se encuentra en una fase de la erupción más explosiva.
Según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), la erupción ha incrementado su explosividad en las últimas horas y ha expulsado más ceniza, la cual pone en peligro la calidad del aire. El comité director del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) ha pedido a la población más próxima al volcán que extreme las precauciones ante un previsible deterioro en la calidad del aire, sobre todo a partir de este viernes, por un cambio en los vientos. Los vecinos de La Palma se han visto abocados a un nuevo confinamiento, aunque esta vez acompañado de explosiones y cenizas.
También se ha detectado un aumento de la actividad sísmica, algunos de los terremotos registrados en las últimas horas han sido notados por la población. El IGN sigue atentamente la evolución de la erupción y todos sus derivados. Según los datos que exponen, por ahora hay cuatro bocas del volcán activas y la mayoría de los terremotos se concentran lejos de estas.
Más emisiones de dióxido de azufre
Algunas estaciones de control de la calidad del aire próximas al volcán de La Palma han detectado un aumento en la concentración de dióxido de azufre (SO2) en las emisiones que por el momento no representan un riesgo para la salud, según el Departamento de Seguridad Nacional (DSN).
En las últimas horas el volcán ha continuado su proceso eruptivo "mostrando episodios de incremento y disminución de actividad y generando una colada activa por la que sigue fluyendo magma, hasta desembocar en el mar en el área costera de Tazacorte".
En su recorrido hacia la costa, la lava del volcán ha dañado ya 981 edificaciones, según la última actualización del sistema de satélites europeo de monitorización terrestre Copernicus.
La emisión de vapor de agua y gases en la zona de contacto de la lava con el agua marina mantiene activa una nube (penacho marítimo), que está siendo objeto de seguimiento y monitorización por parte de los científicos.