La incidencia del virus del SARS-CoV-2 desciende en prácticamente todo el mundo a medida que avanza la vacunación, lo que supone una buena noticia para todos. Sin embargo, cada vez que se descubre una nueva variante saltan todas las alarmas, como ha ocurrido con una llamada Delta.

Primero llegaron noticias del Reino Unido, donde ha provocado un resurgimiento de los casos, y ahora llegan noticias de Estados Unidos, donde, a principios de esta semana, Anthony Fauci, Director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE. UU, aseguró durante una sesión informativa en la Casa Blanca que esta variante, que ahora representa aproximadamente el 6% de los casos de Covid-19 en Estados Unidos, tiene potencial para extenderse muy rápidamente por el país. Y en España, ha aparecido un caso en Navarra.

En el Reino Unido, la variante Delta se ha convertido en la cepa dominante, reemplazando a B.1.1.7 (ahora llamada cepa Alfa). También está generando nuevos casos en personas de 12 a 20 años. Por lo que dicen los expertos, “puede estar asociada con una mayor gravedad de la enfermedad” en comparación con el SARS-CoV-2 original, el virus que causa Covid-19, según Fauci.

El secretario de Salud británico, Matt Hancock, también aseguró en una conferencia de prensa que Delta es alrededor de un 40% más transmisible que el SARS-CoV-2, lo que significa que puede propagarse más rápido y más fácilmente que la cepa original de Covid-19.

Paciente CovidLa variante Delta es hasta un 40 por ciento más peligrosa que la original

La variante Delta, también conocida como B.1.617.2, se detectó originalmente en India en diciembre de 2020. En realidad, es una mutación o subvariante de B.1.617, la denominada cepa doble mutante que recibió mucha atención en abril.

Al parecer, tiene varias mutaciones en la proteína de pico del SARS-CoV-2, lo que puede ayudar a que se propague más fácilmente que otras formas del virus. Además,  tiene una reducción potencial en la eficacia de la vacuna Covid-19 y una reducción potencial en la capacidad de algunos tratamientos con anticuerpos monoclonales para actuar contra el virus. Esta circunstancia provoca que esta nueva variante pueda tomar el control rápidamente y convertirse en la cepa principal que circule en los diferentes países. Es decir, que es una variante que tiene ventajas para su supervivencia.

Los síntomas que suelen primar son los problemas gastrointestinales, que incluyen diarrea, dolor de estómago, pérdida de apetito y náuseas, aunque hacen falta muchos datos todavía. También aparecen otros como fiebre o escalofríos, tos, falta de aliento o dificultad para respirar, fatiga, dolores musculares o corporales, dolor de cabeza, pérdida del gusto u olfato, dolor de garganta, congestión o secreción nasal, náuseas o vómitos y diarrea.