La dieta cetogénica o keto es una de las más famosas y polémicas de los últimos años. Mientras algunos la defienden a capa y espada y subrayan sus beneficios para patologías como la obesidad, la epilepsia o incluso el cáncer, otros apuntan a que es una dieta desequilibrada que no debe seguirse de forma habitual.

Es un plan de alimentación en el que se reduce de forma importante la ingesta de hidratos de carbono, se modera la de proteínas y se aumenta la de grasas saludables. Concretamente, en su versión estándar, consiste en consumir un 75% de grasas, un 20% de proteínas y un 5% de carbohidratos.

Comiendo

Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Nature y llevado a cabo en la Universidad de Yale concluye que esta dieta produce beneficios para la salud a corto plazo, pero efectos negativos después de aproximadamente una semana. De momento el estudio se ha llevado a cabo en ratones y falta por validarlo en humanos, pero sin duda los resultados son muy interesantes. Principalmente, porque reconoce su capacidad de reducir el riesgo de diabetes y la inflamación, pero solamente durante unos días.

Al parecer los efectos positivos y negativos de la dieta tienen que ver con la actividad de las células inmunes T gamma delta. Este tipo de alimentación, al reducir la ingesta de carbohidratos, disminuye el nivel de glucosa en el cuerpo y el organismo actúa como si estuviera en un estado de hambre, aunque no lo está, y comienza a quemar grasa. Este proceso libera los cuerpos cetónicos como una fuente alternativa de combustible –por eso el cuerpo entra en cetosis–. Cuando el cuerpo quema esos cuerpos cetónicos, las células T gamma delta protectoras de tejidos se expanden por todo el cuerpo.

Esto reduce el riesgo de diabetes y la inflamación, y mejora el metabolismo del cuerpo. Pero, al cabo de una semana, los investigadores han descubierto que a la vez que se descompone la grasa, simultáneamente se vuelve a acumular. En concreto, cuando los ratones continuaban comiendo la dieta alta en grasas y baja en carbohidratos más siete días, perdían las células T protectoras gamma delta en la grasa y volvían a tener más riesgo de sufrir diabetes y obesidad.

Gracias a esta investigación, los expertos de la Universidad de Yale, han conseguido entender mejor el mecanismo de acción de la dieta keto, la función de los cuerpos cetónicos y la relación que existe entre el metabolismo y el sistema inmunológico del cuerpo humano. Una relación que es básica y que abre todo un camino para explorar acerca de las causas de la obesidad y su mantenimiento a lo largo del tiempo.

Plato combinado

Además, es sin duda un asunto de gran interés debido al aumento de las personas que se encuentran en una situación de prediabetes, la fase previa a padecer esta enfermedad que se ha convertido en una epidemia en los países desarrollados. Según los expertos, el hecho de que la dieta keto sea aconsejable solo unos días es una buena noticia, porque ninguna dieta debería convertirse en un hábito, sino en algo temporal y con una causa determinada. Una vez logrado el objetivo, la mejor opción es seguir una dieta lo más equilibrada posible.

La dieta cetogénica o keto es una de las más famosas y polémicas de los últimos años. Mientras algunos la defienden a capa y espada y subrayan sus beneficios para patologías como la obesidad, la epilepsia o incluso el cáncer, otros apuntan a que es una dieta desequilibrada que no debe seguirse de forma habitual.

Es un plan de alimentación en el que se reduce de forma importante la ingesta de hidratos de carbono, se modera la de proteínas y se aumenta la de grasas saludables. Concretamente, en su versión estándar, consiste en consumir un 75% de grasas, un 20% de proteínas y un 5% de carbohidratos.

Comiendo

Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Nature y llevado a cabo en la Universidad de Yale concluye que esta dieta produce beneficios para la salud a corto plazo, pero efectos negativos después de aproximadamente una semana. De momento el estudio se ha llevado a cabo en ratones y falta por validarlo en humanos, pero sin duda los resultados son muy interesantes. Principalmente, porque reconoce su capacidad de reducir el riesgo de diabetes y la inflamación, pero solamente durante unos días.

Al parecer los efectos positivos y negativos de la dieta tienen que ver con la actividad de las células inmunes T gamma delta. Este tipo de alimentación, al reducir la ingesta de carbohidratos, disminuye el nivel de glucosa en el cuerpo y el organismo actúa como si estuviera en un estado de hambre, aunque no lo está, y comienza a quemar grasa. Este proceso libera los cuerpos cetónicos como una fuente alternativa de combustible –por eso el cuerpo entra en cetosis–. Cuando el cuerpo quema esos cuerpos cetónicos, las células T gamma delta protectoras de tejidos se expanden por todo el cuerpo.

Esto reduce el riesgo de diabetes y la inflamación, y mejora el metabolismo del cuerpo. Pero, al cabo de una semana, los investigadores han descubierto que a la vez que se descompone la grasa, simultáneamente se vuelve a acumular. En concreto, cuando los ratones continuaban comiendo la dieta alta en grasas y baja en carbohidratos más siete días, perdían las células T protectoras gamma delta en la grasa y volvían a tener más riesgo de sufrir diabetes y obesidad.

Gracias a esta investigación, los expertos de la Universidad de Yale, han conseguido entender mejor el mecanismo de acción de la dieta keto, la función de los cuerpos cetónicos y la relación que existe entre el metabolismo y el sistema inmunológico del cuerpo humano. Una relación que es básica y que abre todo un camino para explorar acerca de las causas de la obesidad y su mantenimiento a lo largo del tiempo.

 

Además, es sin duda un asunto de gran interés debido al aumento de las personas que se encuentran en una situación de prediabetes, la fase previa a padecer esta enfermedad que se ha convertido en una epidemia en los países desarrollados. Según los expertos, el hecho de que la dieta keto sea aconsejable solo unos días es una buena noticia, porque ninguna dieta debería convertirse en un hábito, sino en algo temporal y con una causa determinada. Una vez logrado el objetivo, la mejor opción es seguir una dieta lo más equilibrada posible.