Hoy, día 10 de noviembre, se celebra el Día Mundial de los tumores neuroendocrinos, que conforman un tipo de cáncer poco frecuente con una incidencia de unos siete casos nuevos por cada 100.000 habitantes, con lo que cada año se diagnostican 4.000 nuevos casos aproximadamente. Se calcula que en el Estado Español, puede haber alrededor de unos 17.000 pacientes afectados.

El principal problema que presentan es su difícil diagnóstico precoz, entre otras cosas porque al tener una baja incidencia no está tan estudiado y a veces no se diferencian los síntomas. Como afirman desde la Asociación de Pacientes con Tumores Neuroendocrinos (NET España) y el Grupo Español de Tumores Neuroendocrinos y Endocrinos (GETNE), es un cáncer raro pero no invisible.

PáncreasEl páncreas es uno de los órganos más frecuentemente afectados por los tumores neuroendocrinos

Este tipo de tumores, que crecen lentamente, se originan a partir de células neuroendocrinas, que son las propias del sistema neuroendocrino y producen hormonas en respuesta a una señal del sistema nervioso. Tal y como explican desde NET, las hormonas se almacenan dentro de las células y son liberadas a la sangre, influyendo en la función de otras células.

Los tumores pueden aparecer en prácticamente cualquier órgano del cuerpo, porque las células neuroendocrinas se distribuyen por todo el organismo en la etapa embrionaria (durante las primeras semanas del embarazo). Sin embargo, suelen presentarse de forma más frecuente en el tubo digestivo y en el páncreas. También pueden originarse en las glándulas tiroides, paratiroides, suprarrenal, hipófisis y cresta neural, o bien en otros órganos como los pulmones, el riñón, la vejiga, la próstata, las vías biliares o en la piel.

La edad más habitual en la que se presentan son los 50 años aproximadamente, con una incidencia similar en hombres y mujeres, aunque en los últimos años se está observando un aumento de la frecuencia en hombres. En personas jóvenes, los más frecuentes son los localizados en el apéndice, y suelen ser de pequeño tamaño y poco agresivos. De hecho, la supervivencia de esta enfermedad es larga.

Los factores que influyen en su aparición son variados. La mayoría no presentan un componente genético, aunque sí pueden derivarse como consecuencia de sufrir una serie de enfermedades genéticas como la neoplasia endocrina múltiple o la neurofibromatosis. Otras causas pueden ser padecer una diabetes mellitus de larga evolución o enfermedades del estómago que afectan a la producción de ácido clorhídrico (un compuesto químico que forma parte de los ácidos que facilitan la digestión), así como el tabaco.

Tumor

No existe un único factor para la aparición de los tumores neuroendocrinos

Al ser tumores que progresan muy lentamente, puede pasar tiempo hasta que aparezcan los primeros síntomas que suelen ser el enrojecimiento de la piel de la cara, diarrea, sudoración, dolor abdominal y, menos frecuentemente, estrechamiento de la luz de los bronquios (broncospasmo). Su carácter inespecífico provoca que este tipo de tumor se pueda confundir con otras enfermedades que presentan síntomas parecidos.