La vacuna de AstraZeneca, desarrollada por esta farmacéutica y la Universidad de Oxford, ha estado acompañada de polémica desde su aparición. Mientras se estaban llevando a cabo los ensayos para testarla en la fase 3, hubo que detenerlos después de que un participante en el Reino Unido manifestara una reacción adversa tras su administración.
La farmacéutica informó que la paralización del ensayo de las vacunas es algo relativamente habitual, que ocurre durante un ensayo clínico cada vez que un participante desarrolla una enfermedad potencialmente inexplicable. En este caso, al parecer la paciente desarrolló unos síntomas neurológicos consistentes con mielitis transversa, una patología inflamatoria que afecta la médula espinal y puede ser provocada por infecciones virales. El incidente quedó ahí y prosiguieron los ensayos hasta que finalmente fue aprobada.
La vacuna AstraZeneca se ha visto envuelta en polémica desde las fases de ensayo
Más adelante llegó la polémica de la falta de unidades que llegaban a Europa. Se inició una batalla pública el pasado mes de enero entre la Comisión Europea y la farmacéutica cuando el laboratorio anunció que no iba a poder cumplir con el número de dosis de la vacuna que tenía comprometidas con la Unión Europea y en un número nada desdeñable: un recorte de hasta el 60% en el primer cuatrimestre del año. A partir de ahí comenzaron una serie de acusaciones por parte de la Comisión en las que se les llegó a acusar de estar vendiendo dosis a otros países a un mejor precio.
Pero la polémica no acabó ahí. Hace unos días saltó la noticia de la suspensión temporal de la administración de la vacuna de AstraZeneca en numerosos países de Europa, a los que se acaba de sumar España que sigue la estela de Alemania, Países Bajos, Irlanda, Italia y Francia. Según han informado, se detectó la formación de unos coágulos sanguíneos en tres profesionales sanitarios de Noruega que habían sido vacunados con esta vacuna y uno de ellos, una mujer menor de 50 años sin patologías previas, falleció. Desde las autoridades sanitarias están investigando la posibilidad de que favorezca episodios de trombosis.
Desde que comenzó la vacunación con AstraZeneca en España se han administrado un total de 939.534 dosis a menores de 55 años, que, en estos momentos, esperan la segunda dosis para completar la pauta fijada para la inmunización.
Desde la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (ANENVAC) y el Consejo General de Enfermería piden prudencia a la sociedad y recuerdan que esta vacuna ha pasado todos los controles de la Agencia Europea del Medicamento. “Lo primero, queremos mandar un mensaje de calma. Es importante que se sepa que el número de incidentes de este tipo son de uno por millón de dosis administradas. Además, actualmente, tampoco se tiene la seguridad de que estén relacionados con la vacuna. Esta paralización demuestra que los sistemas de farmacovigilancia funcionan muy bien y al detectarse estas reacciones se han empezado a estudiar a fondo”, asegura José Antonio Forcada, presidente de ANENVAC.
Asimismo, critica, una vez más, la falta de coordinación en un momento como este. “Lo realmente problemático es que no ha habido unión entre los países europeos porque la tanto la OMS como la EMA decían que se continuase y algunos comenzaron a cancelarlo por su cuenta y riesgo. La presión por parte de los políticos y el miedo a que se vaya el tema de las manos han sido el detonante. Ojalá pronto se pueda reanudar la vacunación y se demuestre que no hay una causalidad entre los eventos adversos y las vacunas”, subraya.
Los expertos sanitarios advierten de que no hay razón para que cunda la alarma
A la espera de los resultados, las enfermeras piden vigilar posibles síntomas graves a aquellos que ya tengan la vacuna administrada. Cefalea intensa, visión borrosa, pérdida de fuerza o sensibilidad, alteración de la marcha son síntomas que podrían ser sospechosos de trombosis de senos venosos cerebrales. Además, edema de papila, hemiparesia, alteración oculomotora, dismetría o ataxia, afasia o disartria y bajo nivel de conciencia son signos de alarma.