La revista The Journal Sex of Medicine ha publicado un estudio que han llevado a cabo expertos del Instituto de Ciencias Médicas Kadave de la India en el que se ha establecido el tiempo medio que tardan las mujeres en llegar al orgasmo: 13 minutos y 25 segundos.

El estudio

El tiempo se ha calculado mediante una investigación en la que participaron 645 mujeres de 21 países a las que se les pidió que activaran un cronómetro cuando se excitaron sexualmente, y que volvieran a detenerlo cuando llegaran al clímax. Aproximadamente una de cada seis no llegó al orgasmo durante el coito, y entre el resto, el intervalo entre unas y otras varió alrededor de cinco minutos.

Entre ocho y nueve de cada diez manifestaron haber experimentado más placer, y durante más tiempo, cuando se colocaron en la parte superior. La edad media de los participantes fue de 30 años, aunque la edad de las mujeres y el tiempo que habían estado con su pareja no tuvo un efecto significativo en la duración de los orgasmos. El tiempo empleado es mayor que el de los hombres, que según un estudio llevado a cabo en el año 2009 tardaron seis minutos de media en llegar al orgasmo durante el acto sexual.

La disparidad temporal, así como la frecuencia del orgasmo, son algunas de las diferencias que presentan hombres y mujeres heterosexuales en la cama. Es lo que se conoce como la brecha del orgasmo u orgasm gap en su terminología en inglés.

Género y preferencia sexual

Según un estudio publicado en 2016 en Archives of Sexual Behavior, en el que se estudió a más de 52.500 adultos en Estados Unidos (heterosexuales, homosexuales, lesbianas y bisexuales), el 95 por ciento de los hombres heterosexuales aseguró alcanzar siempre el orgasmo durante el sexo, en comparación con el 65 por ciento de las mujeres heterosexuales.  

En cuanto a los hombres homosexuales y las lesbianas, llegaban al clímax el 89 y el 86 por ciento, respectivamente. Por otra parte, el 94 por ciento de las mujeres estudiadas llegaban al orgasmo mientras se masturban.

Los expertos concluyeron por lo tanto que no es una cuestión biológica, sino que se debe a una combinación de falta de conocimiento del placer femenino. Es decir, de cómo funciona el clítoris y por qué es vital para los orgasmos femeninos, así como porque el comportamiento sexual está tradicionalmente más orientado hacia los hombres en muchas geografías.

Además, en gran parte del planeta, todavía persiste en el acervo cultural la idea de que en la relación sexual la penetración es la parte más importante de la relación, al igual que el placer y el orgasmo masculino, mientras que el hecho de que la mujer no alcance el clímax no se considera tan necesario. Queda por llevar a cabo, por lo tanto, mucho trabajo de educación y concienciación en el ámbito sexual pese a encontrarnos desde hace años en pleno siglo XXI.