A pesar de no confirmar factores de riesgo específicos, el Comité de Evaluación de Riesgos de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) sí acepta una relación entre la trombosis y la vacuna de AstraZeneca en determinados casos.

Los expertos admitieron ayer que los coágulos sanguíneos se pueden producir en las venas del cerebro, lo que se conoce como trombosis del venoso cerebral CVST, y en el abdomen, conocida como trombosis venosa esplácnica, y las arterias, junto con niveles bajos de plaquetas sanguíneas y, a veces, sangrados.

¿A partir de aquí, qué tenemos que hacer? La EMA recomienda prevención e información dirigida a dos segmentos: el paciente que se vacuna y el profesional sanitario que lo atiende. Además, recuerda que sus recomendaciones son "la base sobre la cual los estados miembros de la UE diseñarán e implementarán sus propias campañas nacionales de vacunación".

Por lo tanto, remite la decisión final a cada uno de los países "en función de sus necesidades y circunstancias nacionales, como las tasas de infección, las poblaciones prioritarias, la disponibilidad de vacunas y las tasas de hospitalización".

¿Qué debe tener en cuenta la persona que se vacuna?

Noruega fue el primer país que desarrolló un informe para su ciudadanía advirtiendo de los efectos que se tienen que controlar posteriores a la vacuna de AstraZeneca. Similares a los que presentó este país escandinavo, el EMA detalla los siguientes puntos y pide un "tratamiento médico inmediato y de urgencia para evitar complicaciones" si se percibe:

  • falta de aliento
  • dolor de pecho
  • inflamación de las piernas
  • dolor abdominal persistente
  • síntomas neurológicos, como dolor de cabeza grave y persistente o visión borrosa
  • pequeñas manchas de sangre bajo la piel más allá del lugar de la inyección

Estos efectos tienen que ser revisados durante las semanas posteriores, mínimo quince días, ya que "la mayoría de casos analizados se han producido dos semanas después" a la inoculación de la primera dosis. Y de momento subrayan que tienen "una experiencia limitada" sobre los efectos de la segunda.

¿Qué deben saber los profesionales sanitarios?

La EMA concluye que la vacuna puede desencadenar una respuesta inmune que conduce a un trastorno atípico inducido por la heparina como trombocitopenia. En este momento, no es posible identificar factores de riesgo específicos, pero sí pide una estrecha colaboración con los profesionales que llevan a cabo la vacunación:

  • Tienen que estar atentos a los signos y síntomas de tromboembolismo y trombocitopenia para que puedan tratar rápidamente a las personas afectadas.
  • Los profesionales sanitarios tienen que decir a las personas que reciben la vacuna que deben buscar atención médica si se desarrollan:
    • síntomas de coágulos sanguíneos como dificultad para respirar, dolor en el pecho, hinchazón de piernas, dolor abdominal persistente
    • síntomas neurológicos como dolores de cabeza graves y persistentes y visión borrosa
    • petequias, pequeños puntos de sangre cutáneos más allá del lugar de la vacunación al cabo de unos días.

El pasado 22 de marzo, el Comité llevó a cabo una revisión en profundidad de 62 casos de trombosis venosa cerebral y 24 casos de trombosis de abdomen en la base de datos de seguridad de fármacos de la UE, 18 de los cuales resultaron mortales. A partir de aquí y las reclamaciones de los estados miembros, el EMA decidió revisarlo y concluir, de momento, este informe.

Foto de portada: Una mujer recibe una vacuna en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid, en Castilla y León, justo antes de suspenderla de forma temporal.