Todos los indicadores que miden la pandemia de la Covid-19 en Catalunya van a la baja. Es la tendencia registrada desde principios de este noviembre, aunque lo hace muy lentamente. Bajan el riesgo de rebrote y el riesgo de contagio, pero los positivos siguen situándose en 3.000 y la mortalidad sigue siendo muy elevada, 71 defunciones en el último recuento facilitado por el Departament de Salut. La presión asistencial, a pesar de las altas registradas notificadas en las últimas 24 horas en los hospitales, sigue siendo muy elevada, con las UCI llenas. Esta situación epidemiológica es la que, según el Govern, no hace posible levantar las restricciones.

La mejora de la situación va al ralentí. El riesgo de rebrote baja hasta 556, treinta y nueve puntos menos que el anterior registro, y el riesgo de contagio ya se sitúa en 0,85, dos décimas por debajo del último recuento. Como destacan las autoridades sanitarias, la curva está en descenso a un ritmo muy pausado. En doce días se ha pasado de una velocidad de propagación de 1,12 a 0,85 y el riesgo de rebrote también sigue este ritmo descendente, aunque todavía es muy elevado. Si el 1 de noviembre era de 835, ahora está en 556.

Cerca de 3.000 positivos

También se detecta un descenso en los nuevos casos, con 2.918 positivos notificados en el último recuento, una cifra sensiblemente inferior al anterior registro (3.775). Ya son 312.658 los contagios notificados desde que se inició la pandemia.

En relación con las pruebas diagnósticas, entre el 3 y el 9 de noviembre se han hecho 188.323 pruebas PCR y 64.143 tests de antígenos. El 10,18% de las pruebas ha dado positivo. La media de edad de las personas que han dado positivo es de 40,4 años y un 52,3% son mujeres.

Mortalidad

La mortalidad sigue siendo muy elevada. Salut ha informado de 71 nuevas muertes por Covid-19 y ya son 14.957 las defunciones contabilizadas desde el marzo pasado. Esta semana de noviembre, tal como previeron los expertos, está siendo muy negativa en mortalidad.

La presión asistencial tiene un leve aligeramiento. Hay 61 personas menos ingresadas en los hospitales y 27 menos en las UCI. Con todo, la situación es crítica, con 2.626 pacientes Covid en los hospitales y 556 en unidades de cuidados intensivos. Es este elevado grado de ocupación lo que preocupa a las autoridades sanitarias. Estamos todavía muy lejos del millar de hospitalizados, cifra que se considera óptima para iniciar una desescalada.

Prórroga y plan de desescalada

Ante esta situación epidemiológica no es posible, según el Govern, levantar restricciones como el cierre de bares, restaurantes, gimnasios y locales culturales, que se han prorrogado durante diez días más. Con todo, el Govern ha empezado a trabajar en un plan para retornar la actividad afectada. Este plan, que se empezaría a aplicar a partir del lunes 23 de noviembre, prevé el retorno de actividades que suponen un menor riesgo epidemiológico, como las que se hacen al aire libre, donde se incluye la restauración en terrazas.

El Govern justifica la prórroga de las restricciones, muy contestada por el sector de la restauración y cultural, en la situación epidemiológica y del sistema asistencial. Aunque la velocidad de propagación de la Covid-19 está por debajo de 1, concretamente 0,87, y bajan el número de positivos, el riesgo de rebrote todavía es muy elevado. "No es suficiente con esta buena tendencia", ha asegurado la consellera de Salut, Alba Vergés, que reitera que "necesitamos doblegar la curva del incremento de ingresos y bajar la presión asistencial".

En esta línea, el secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, recuerda que "tener más casos comporta más presión en la atención primaria (el 40% de la actividad es solo Covid) y en los hospitales, donde hay una cifra muy elevada de 600 pacientes en camas de críticos".