Los estudios sobre la microbiota intestinal están dando cada vez más frutos en el ámbito científico en lo referente a la salud de las personas. Cada vez se descubren más conexiones entre diferentes patologías y alteraciones en la composición de la flora bacteriana del intestino humano.

Una nueva investigación viene a aportar nuevos datos en un ámbito que preocupa mucho a los padres, la de las alergias alimentarias en los niños. Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad de Alberta en Canadá han encontrado un vínculo causal entre el parto por cesárea, la microbiota intestinal baja y la sensibilidad a determinados alimentos en los bebés, especialmente en aquellos de ascendencia asiática que en otros.

Madre y bebéHaber nacido por cesárea puede tener implicaciones a la hora de desarrollar alergias

El trabajo ha sido publicado en un artículo en la revista de la Asociación Estadounidense de Gastroenterología y según una de sus autoras, Anita Kozyrskyj, es importante saber cuál es la causa que aumenta el riesgo de sensibilidad a los alimentos porque nos puede ayudar a predecir qué bebés tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud como asma, sibilancias, eccema o rinitis alérgica en el futuro.

El estudio

Los expertos analizaron las bacterias intestinales de 1.422 bebés, examinando muestras fecales recogidas a los tres o cuatro meses de edad y nuevamente al año. Identificaron cuatro trayectorias típicas para el desarrollo bacteriano, incluida una en la que los bebés tenían niveles persistentemente bajos de bacteroides, un tipo de bacteria que se sabe que es fundamental para el desarrollo del sistema inmunológico. Este perfil fue más común en los bebés nacidos por cesárea.

A los bebés se les realizaron pruebas de punción cutánea al año y a los tres años de edad para evaluar su reacción a una variedad de alérgenos, incluidos el huevo, la leche y el cacahuete. Se descubrió que los bebés con niveles bajos de bacteroides tenían un riesgo tres veces mayor de desarrollar sensibilidad al cacahuete a los tres años, y el riesgo era ocho veces mayor para los bebés nacidos de madres de ascendencia asiática.

El equipo hizo más análisis estadísticos para buscar lo que se conoce como mediación o efectos causales entre la exposición y el resultado. “En este caso, observamos que había una asociación entre la etnia asiática y la sensibilidad al cacahuete, y luego el análisis de mediación proporcionó evidencia adicional de la asociación causal con la cesárea, subraya Kozyrskyj. Se trata del primer estudio que identifica este vínculo.

CacahuetesEl estudio utilizó cacahuetes entre los alimentos para comprobar la existencia de alergias

Los investigadores también observaron que los bebés con niveles bajos de bacteroides también tenían niveles más bajos de esfingolípidos, proteínas que son clave para el desarrollo celular y la señalización en muchas partes del cuerpo, incluido el sistema inmunológico. La microbiota intestinal es la principal fuente de estas proteínas.

Los niños que tienen esta deficiencia en sus células inmunitarias pueden tener más probabilidades de desarrollar alergias alimentarias. “A medida que se desarrolla la microbiota intestinal, también lo hace el sistema inmunológico del intestino, entrenando al intestino para reaccionar a los patógenos y ser tolerante con los alimentos que necesitamos”, asegura Kozyrskyj.